La Corona de la Virgen es de plata en su color y está repujada, grabada y dorada. Es de estilo Rococó y se data entre los siglos XVIII-XIX.
Tiene una altura de 63 cm y un ancho de 64. Fue restaurada en el año 1949 con el añadido de placas doradas y de piedras y perlas en el aro de la cabeza.
Durante el mes de junio se produjeron una serie de robos en diversas iglesias del concejo de salas: en la Iglesia de San Antolín de Doriga intentaron -sin éxito-, sustraer la Corona de la Virgen, pero los daños más graves los sufrió precisamente la iglesia de Santiago de la Barca, donde forzaron una de las ventanas para acceder el templo.
Afortunadamente, la Corona de la Virgen de la Barca no corrió peligro puesto que durante todo el año se conserva y exhibe en el Museo de la Iglesia, en la catedral de Oviedo.
La pieza de orfebrería fue entregada en depósito a Museo el 11 de noviembre de 2010, junto con otras muchas procedentes de entornos rurales de toda Asturias, para garantizar su conservación y custodia en el centro museístico de la Iglesia en Asturias que es el de todas las parroquias asturianas.
La Corona vuelve a su casa, todos los años para celebrar la Novena de la Virgen del Carmen que en la parroquia de Santiago de la Barca finaliza el primer domingo de agosto.
La festividad de la Virgen del Carmen se celebra el 16 de julio puesto que fue ese día del año 1251 cuando se apareció a San Simón Stock, Superior General de los Padres Carmelitas del convento de Cambridge, mientras rezaba por el destino de su Orden. La Virgen María estaba vestida con el hábito carmelita, con el Niño Jesús en brazos y el Escapulario en su mano.
