Sonia Olea Ferreras de Cáritas Española visitó ayer la sede de Cáritas diocesana en Oviedo para ofrecer una charla que llevaba por título «La Amazonía, más cerca de lo que parece» en la que relató la experiencia de acompañamiento a la REPAM –Red Eclesial Panamazónica–, en la que han unido sus esfuerzos las diferentes iglesias de la región del Amazonas, apoyadas por la Conferencia Episcopal Latinoamericana y de Cáritas, que es miembro fundador, por lo que trabajan, como resaltó Sonia Olea, «con la Iglesia local para acompañar la realidad que allí se vive y ser más certeros en nuestra ayuda». Esta red llega a ocho países y un territorio ultramar: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela.
Estas regiones, que cuentan con una riqueza natural desbordante, se han visto muy perjudicadas por la contaminación y la sobreexplotación, un problema que afecta enormemente a las comunidades que allí viven: «estas personas podían vivir muy dignamente con los recursos que allí tenían, pero la contaminación del río Amazonas, comenzando por el agua contaminada, ha hecho que se queden sin medios de subsistencia. Su situación es además mucho más vulnerable ya que no tienen las estructuras por ejemplo de atención sanitaria como tenemos aquí», explica Sonia Ferreras. Por eso la REPAM, siguiendo los postulados del cuidado de la casa común que siempre recuerda el Papa Francisco, atiende las peticiones y necesidades de la gente que allí vive para poder ofrecer una ayuda de defensa de las personas y de atención a la vulneración social, que impulse también políticas públicas que puedan ayudarles y prevenir la destrucción del medio natural y de la explotación inadecuada de unos recursos naturales para favorecer un consumo exagerado.
