Con motivo de la festividad de la Virgen de Lourdes, el pasado 11 de febrero, la Iglesia iniciaba la Campaña del Enfermo 2024, que finaliza este próximo domingo, 5 de mayo, con la celebración de la Pascua del Enfermo.
El lema de esta campaña ha sido «Dar esperanza en la tristeza», y los Obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social han querido que se viva en el contexto del próximo Jubileo 2025 que se espera que ayude «a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente». Por ello se insta a que todos seamos «Peregrinos de la esperanza», uniéndose así al lema del Jubileo.
En su mensaje, los prelados ofrecen dos propuestas ante la enfermedad: la fe y la oración, para no sucumbir ante la tristeza y el sufrimiento y piden, así mismo, «orar con los enfermos y por los enfermos», para que puedan «constatar que no están solos o abandonados, ni que su vida es inútil, sino que son los llamados pro Cristo, su viva y transparente imagen».
Desde el Departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal se quiere promover la reflexión sobre un tema que se considera «particularmente urgente» y es el aumento de las personas que padecen sufrimiento psicológico y emocional. Una preocupación, que, dicen, se respalda en un dato: España encabeza la lista de países que más ansiolíticos consumen. Y ante esa realidad, consideran oportuno reflexionar sobre las causas y modos de acompañar a estas personas, teniendo como objetivo «centrarse en el acompañamiento de las personas que padecen este sufrimiento que se manifiesta en la tristeza, la pena, el desánimo o la ansiedad».
