«San Mateo es un intercesor poderoso y cercano para nuestra ciudad»

Publicado el 21/09/2023
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«San Mateo es un intercesor poderoso y cercano para nuestra ciudad»

Han sido ocho días en los que la Catedral de Oviedo se ha convertido, como sucede año tras año, en lugar de peregrinación donde ganar la indulgencia plenaria, en el Jubileo de la Santa Cruz, que comenzaba el pasado 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y finalizaba en este día 21, festividad de San Mateo.

En una Catedral repleta de fieles y con la presencia del Alcalde de Oviedo, D. Alfredo Canteli y de miembros de la Corporación Municipal, se ha celebrado la fiesta grande de la ciudad con la eucaristía a las 12 del mediodía presidida por el Deán del Cabildo catedralicio, D. Benito Gallego. La Schola Cantorum de la Catedral fue la encargada, como es habitual en estas celebraciones solemnes, de acompañar musicalmente a la liturgia, dirigida por el canónigo D. Sergio Martínez.

En su homilía, D. Benito Gallego destacó la importancia que han tenido estos días de Jubileo para el templo: «Desde el pasado jueves –explicó– fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, hemos venido celebrando con gozo el Jubileo de la Santa Cruz, la tradicional Perdonanza. Muchos hemos purificado nuestra alma con el sacramento de la penitencia, con el fin de recibir la indulgencia plenaria, con la que se nos perdona también la pena temporal de vida de nuestros pecados. Por eso estas celebraciones jubilares, como su mismo nombre indica, son motivo de gozo y de acción de gracias. Paradójicamente en estas jornadas nuestra atención ha estado puesta en la Santa Cruz. No por lo que significa de sufrimiento, de muerte, sino porque es el emblema del Salvador. Y hemos repetido con San Pablo: Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual está nuestra salvación, vida y resurrección. Y es que para los cristianos, la Cruz no es ya un patíbulo infamante, sino un trono desde el que Cristo ha triunfado del pecado y de la muerte, símbolo del amor de Dios. Los cristianos no nos gozamos con el dolor, no somos masoquistas. Los cristianos gozamos con el amor. Festejamos la Cruz en cuanto constituye la máxima expresión del amor misericordioso de Dios a la humanidad y a cada uno de nosotros. Hoy día de San Mateo, concluye el Jubileo de la Santa Cruz y en la clausura, debemos buscar el origen de estas fiestas de nuestra ciudad, asociadas entrañablemente a San Mateo. Si bien San Mateo no ha sido proclamado patrono de Oviedo, estamos convencidos de que es un intercesor poderoso y cercano para nuestra ciudad».

El Deán de la Catedral de Oviedo recordó que San Mateo dejó un importante legado para la historia de la cristiandad, pues «a él se le atribuye la redacción del primer Evangelio, escrito en arameo, el más citado, comentado y predicado en los primeros tiempos de la Historia de la Iglesia. De nuestro corazón debe brotar por tanto la gratitud más sincera». Al mismo tiempo, no quiso dejar de mencionar, en un día de fiesta grande, de «alegría y de convivencia amable», a «tantas personas, familias, que atraviesan una situación difícil generada por el paro, la enfermedad o el miedo al futuro. Y no debemos olvidarnos tampoco de tanta gente en el mundo que está sufriendo a consecuencia de los desastres naturales: el terremoto en Marruecos, las inundaciones en Libia, las guerras en Europa y África. ¡Cuántas personas, hermanos nuestros, que están sufriendo por la violencia o por otras diversas causas!». Por eso, D. Benito Gallego finalizó su homilía pidiendo al Señor a través de San Mateo «que alivie tanto dolor, que conceda altura de miras a los que gestionan el bien común y no busquen su interés, sino servir de la mejor manera a todos. Los cristianos debemos estar empeñados, nos lo pedía especialmente el Papa Benedicto XVI, en cambiar muchas cosas en el mundo con una revolución, la revolución del amor. Un amor con obras, que promueva, no tanto la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercarnos y solidarios para con quien sufre. Que acojamos con alegría –señaló– la invitación a celebrar la victoria del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza, del servicio sobre el dominio, de la humildad sobre el orgullo, de la unidad sobre la división. Que cada uno de nosotros nos animemos a participar en esta pacífica revolución del amor».

Al finalizar la eucaristía se expuso el Santo Sudario ante el Altar Mayor para veneración de los fieles. La reliquia principal de la Sancta Ovetensis, que se conserva habitualmente en la Cámara Santa y que se encuentra protegida en una urna que evita su degradación ante los cambios de temperatura o la humedad, tan solo sale tres veces al año de su ubicación habitual para mostrarse ante los fieles en la nave central del templo. Dos de esos días se encuentran dentro del Jubileo de la Santa Cruz, el primer día del mismo, 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y el último, hoy, festividad de San Mateo. La celebración del Viernes Santo es finalmente la tercera ocasión del año en la que el Santo Sudario se expone en el año para su veneración.

 

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