Nacho Fernández, de 23 años y estudiante de Economía, se irá este verano a Camboya con un grupo de jóvenes a colaborar en la ONG Sauce que se creó en 2001 para ayudar a la labor que el jesuita asturiano Kike Figaredo, Prefecto Apostólico de la región camboyana de Battambang, realiza en el país. Antes de partir hemos hablado con él de esta labor solidaria que van a realizar y de la recaudación de fondos previa, con el concierto en Oviedo de las bandas Besmaya y Malmo, que han puesto en marcha para poder aportar nuevos recursos al trabajo de esta ONG.
¿Cómo te decides a pasar parte de tus vacaciones haciendo este voluntariado en Camboya?
Desde siempre quería hacer un voluntariado que me permitiera convivir con una realidad de estas características. Había tenido precedentes en voluntariados en residencias de ancianos, dando desayunos por las calles, pero nunca había vivido ninguno que hiciera posible estar inmerso en una realidad de misión. Mi hermana Marta hace mucho tiempo decidió que quería hacer este voluntariado en concreto porque conocía la labor de Kike Figaredo. En su día un cáncer le impidió ir. Después esa situación se alargó, la enfermedad se fue propagando y yo le prometí en el hospital que haría ese voluntariado con ella. Marta falleció y las circunstancias ya no son las mismas, pero yo voy a cumplir un poco esa promesa.
La ONG Sauce tiene labores muy distintas con la infancia, la discapacidad, la educación… ¿cuál va a ser vuestro cometido allí? ¿cómo lo imaginas?
Creo que es un mundo totalmente aparte de este y me cuesta mucho imaginármelo. Sí que nos han enseñado vídeos y nos han intentado concienciar de cómo es aquella realidad del país y de las zonas a las que vamos a ir. La ONG tiene un montón de labores, nosotros vamos al que se llama Programa de Verano que está dirigido a los niños. Al ser un país pobre ellos no tienen acceso a cubrir necesidades básicas más allá del horario escolar, por eso nuestro cometido será organizar campamentos, darles alojamiento, temas de higiene, alguna clase, deporte… En nuestro caso, el grupo que vamos está formado por 21 personas de distintas zonas de España y cinco de ellos somos asturianos. Estaremos desde el 14 de julio hasta el 22 de agosto. En este programa no hace falta ninguna formación previa, solamente las ganas de colaborar.
Decías al inicio que siempre has tenido esta vocación de colaborar con los demás, ¿qué significa para ti?
Siempre lo he hecho a muy pequeña escala, pero me reconforta mucho ayudar a alguien en cualquier tontería desde hacer un trabajo hasta una labor de voluntariado pequeña. Quería vivir en esa realidad y darme a los demás, salir de esta burbuja en la que a veces estamos que nos parece que tenemos muchísimos problemas y damos por hecho muchísimas cosas que no tienen por qué ser así.
Para recaudar dinero para esta labor habéis puesto en marcha una actividad muy interesante.
Una de mis compañeras, Bea, pensó en hacer un concierto como actividad de recaudación que es la labor previa que tenemos que hacer para cuando lleguemos allí pues poder dar alojamiento, material. A ella se le ocurrió hacer un concierto y yo dije “pues adelante”. En su día conocí en el colegio mayor a un amigo que tiene un grupo que ahora está triunfando mucho que se llama Besmaya y también a la prima de uno de los chicos de Malmo que también están sonando mucho en Madrid. Me puse en contacto con ellos y les ofrecí la posibilidad de venir y nada más contarles la labor que se quería hacer con el concierto y el dinero que se recaudase y desde ese momento fueron todo facilidades así que el 29 de junio, si Dios quiere, aquí estarán; en concreto en la Sala Estilo de Oviedo a partir de las ocho y media de la tarde. Las entradas están a la venta en entradium y en las páginas web y redes sociales de las bandas también podrán comprarlas.
