Esta pieza tiene interés por su origen, alemán, y porque es un claro exponente del esplendor del neogoticismo en el arte sacro en la segunda mitad del siglo XIX.
Un copón o ciborio es un vaso litúrgico que tiene un papel fundamental en la Misa. La principal función de este recipiente se desarrolla en los últimos momentos de la liturgia eucarística, cuando tras la administración del Sacramento a los fieles, el sacerdote transfiere de la patena al copón las hostias consagradas que no han sido consumidas.
Al igual que el resto de los vasos sagrados empleados en la liturgia, eran elaborados con materiales preciosos, dignos para contener el Cuerpo o la Sangre de Cristo.
Los copones son la evolución del vaso sagrado llamado píxide, una pequeña caja que cumplía la misma función de reserva de la Eucaristía hasta el siglo XIII.
El copón de la parroquia de Cazo es de plata sobredorada, cobre y está decorado con piedras rojas y granates. La copa es grande, ancha y de forma bulbosa y en el friso superior se dispone la inscripción con letras góticas. La tapa tiene forma de boina, con un friso decorado y se remata con una cruz griega. El pie es amplio y tiene forma hexagonal, como el astil, donde se disponen seis chatones decorados con piedras rojas y granates.
Por la inscripción se sabe esta pieza fue realizada en Alemania, en la localidad de Aquisgrán, y se conoce taller y el autor: Reinold Vasters.
Reinold Vasters (1827-1909) fue un orfebre alemán, de la localidad de Aquisgrán, cuya obra se produce en un momento en que triunfan y se imponen los modelos del historicismo neogótico en el arte sacro, promovidos en la segunda mitad del siglo XIX por el canónigo de la catedral de Aquisgrán Franz Bock (1823-1899).
Este copón es propiedad de la parroquia de Santa María de las Nieves de Cazo, en el concejo de Ponga y actualmente se expone la colección permanente del Museo de la Iglesia, en la Catedral de Oviedo.
