La UP de Salas cuenta desde hace apenas unos meses con una nueva Hermandad de carácter penitencial, la Hermandad del Cristo Yacente. Fue su párroco, el sacerdote Alejandro Sanzo, quien, con el objeto de impulsar los actos de Semana Santa, organizó y animó a los feligreses a desarrollar esta iniciativa. «El origen de esta hermandad es una comisión que se formó a finales del 2022, a instancias del párroco, que quería impulsar los actos de Semana Santa en la UP de Salas. Él había contactado con la Asociación de Comerciantes de Salas, que fueron los encargados de organizar la procesión de Viernes Santo. Y luego ya en el 2023, esta Comisión formada por varios feligreses de diferentes parroquias, organizamos los actos que tenían que ver con la Semana Santa». Así lo recuerda la Hermana Mayor, Leonor Muñiz, quien explica que, con el tiempo, vieron la necesidad de formarse en una Hermandad, para poder dar continuidad al trabajo, y para ello se pusieron manos a la obra con los requisitos que solicita la Iglesia. «Los Estatutos fueron aprobados por el Arzobispado el 12 de diciembre de 2023 y el 27 de enero, se realizó la asamblea extraordinaria para elegir al Hermano Mayor, en este caso Hermana, donde salí yo elegida y a partir de ahí formé la Junta Directiva en la que, por cierto, también hay bastantes mujeres». Una responsabilidad, la de Hermana Mayor, con la que Leonor se siente «nerviosa, ilusionada y agradecida. Con muchas ganas de trabajar por todo lo que significa una Hermandad en nuestra Villa de Salas, y contando con el apoyo de los hermanos, lógicamente, pero bueno, es una gran responsabilidad».
La imagen titular, el Cristo Yacente, es una imagen «con mucha historia» en la parroquia, y aunque hay imágenes más antiguas, lo cierto es que era esta la que toda la vida procesionó el Viernes Santo en la villa, junto con la imagen de la Dolorosa. Las procesiones en Salas se habían suspendido desde hacía unos cuarenta años, Leonor recuerda salir casi siendo una niña. «Esta era la imagen que mejor nos podía representar, la que tiene más tradición y la que queríamos poner en valor», subraya la Hermana Mayor.
Con unos pocos meses de andadura, la Hermandad del Cristo Yacente de Salas cuenta ya con 140 miembros, una cifra que «para lo que es Salas, es importante». Entre ellos, hay niños, jóvenes y mayores. «A los jóvenes es a quienes más les cuesta involucrarse, pero la horquilla de edad está entre los cuatro años hasta los noventa y nueve», se ríe, y reconoce que la respuesta de los vecinos en la zona está siendo muy positiva. «Cuando se pide colaboración, la gente responde. Porque una Hermandad, sin la colaboración de los vecinos en una UP como la de Salas, no podría subsistir». Y es que en la Hermandad tienen muchos planes y muchas ideas para poner en marcha. De momento tienen claro que están centrados en los actos de la Semana Santa, especialmente en la procesión del Viernes Santo, para la que, ya el año pasado, y este año volverá a ser así, contarán con la ayuda de la Hermandad de los Estudiantes de Oviedo. Sin embargo, el objetivo es estar presentes en todos los actos litúrgicos y de toda índole de la UP de Salas. «Y también queremos implicar, no solo a los habitantes de la villa, sino a los de todas las parroquias de nuestra UnP, las doce que la conforman», explica Leonor.
La financiación para llevar a cabo todo lo que tienen en mente es fundamental, y para ello han organizado ya un rastrillo, el sorteo de una cesta, el sorteo de un cuadro, una exposición en Navidad, para potenciar la participación de los niños, de Nacimientos con materiales reciclados, que se pudo ver en la capilla de San Roque. «Además este año va a salir una nueva imagen en la procesión y estamos intentando recuperar otras imágenes que tenemos y que están muy estropeadas. Tenemos muchas ideas, pero tenemos que ir poco a poco, porque somos pequeños y aún muy jóvenes», afirma Leonor, que explica que, de momento, no tienen hábito, aunque eso vendrá con el tiempo. «Este año nos hemos centrado en organizar la procesión, e iremos todos con ropa oscura. A los porteadores les hemos pedido que vayan de negro, a ser posible de traje y corbata», explica la Hermana Mayor. «Aún nos queda mucho trecho para llegar a tener un hábito propio, pero, como decimos, poco a poco».
