Encuentro de Programación Diocesana para el próximo curso pastoral

Publicado el 23/06/2023
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Encuentro de Programación Diocesana para el próximo curso pastoral

Los pasados 18 y 19 de junio, domingo y lunes, se desarrolló en Covadonga el Encuentro de Programación diocesana, una cita anual en el que el Consejo Episcopal, el Colegio de Arciprestes y los Delegados episcopales, junto con el Arzobispo, se reúnen en Covadonga para analizar el trabajo del curso que ya está acabando, valorar si los objetivos fijados han sido alcanzados, y fijar unos nuevos para el próximo. 

Previo a este encuentro, tuvo lugar un trabajo personal de revisión de los trabajos del año, en los arciprestazgos y de las diferentes Delegaciones, cuyas conclusiones fueron enviadas al Vicario de Pastoral, el sacerdote Antonio Vázquez, quien explicó, en la inauguración del encuentro, que en todas las aportaciones se recogía unánimemente la necesidad de abordar la conversión pastoral y personal de los agentes de evangelización. 

En el encuentro se recordaron, además, los avances que se han hecho en los últimos años gracias a la intención en la que se viene insistiendo de trabajar en común: tanto en el área de la Catequesis, donde la diócesis casi en su totalidad trabaja con un mismo itinerario y los mismos materiales; también en el ámbito de la iniciación cristiana, especialmente en el Catecumenado de Adultos, un hecho “muy valorado fuera de Asturias”, con una muy buena formación y con resultados “tan importantes como el encuentro y la celebración en este mes de mayo, por ejemplo, de los sacramentos de la iniciación cristiana en la que 243 adultos de toda Asturias recibieron en su mayor parte la Confirmación, pero también hubo bautismos y primeras comuniones”, explica el Vicario de Pastoral, o también, por ejemplo, en la implantación de las Unidades Pastorales. Por todo ello, es fundamental, subrayaba Antonio Vázquez al comienzo del encuentro, “mirar positivamente y ser conscientes de todo lo que hemos avanzado”, al tiempo que recordaba que, según los objetivos marcados para este curso, han quedado algunos temas pendientes en los que habrá que seguir profundizando”. 

Para ayudar a discernir sobre los temas primordiales en los que trabajar los próximos meses, acudió invitado el sacerdote de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara Ángel Moreno Sancho, que en dos sesiones, reflexionó sobre la conversión pastoral y personal, en un contexto, dijo recordando a Santa Teresa, “de tiempos recios”, en los que “son menester amigos fuertes de Dios”.  En su primera ponencia, ofreció una “visión esperanzadora fundada en la acción evangélica de levantarse”. Según explicó el sacerdote, “Ninguna acción en el Evangelio es indiferente, y no da lo mismo levantarse, sentarse, subir o bajar. Cualquier acción significa más que una simple funcionalidad, sino que tiene una dimensión teológica”, y explicó que “cuando se desea conocer el sentido que da la Biblia a un término o una imagen, podemos estudiar pasajes semejantes”. 

Según esto, en el Evangelio “el hecho de levantarse es una acción renovadora, y por lo tanto, nuestra andadura debe tener este mismo efecto”. El verbo “levantarse” se encuentra en textos referentes a la curación, por ejemplo, y también en los relativos a la conversión. “La expresión Levántate –afirmó– implica una opción por una novedad de vida. El hijo pródigo toma la determinación: me levantaré e iré donde está mi padre, una parábola emblemática que revela la misericordia divina y muestra la conversión humana, porque siempre es posible la vuelta.

En muchos casos –añadió el sacerdote– esa expresión Levántate es una llamada a superar una caída de orden moral. En este caso puede asaltar el argumento destructivo y paralizante ¿Para qué, si voy a volver a caer? Si dejamos entrar este pensamiento, se corre el riesgo de pactar con la negatividad. Esa aparente sinceridad de tu propia pereza y debilidad es orgullo. Aunque sea comprensible la reacción de permanecer caído, desde un proceso de maduración psicológica y espiritual, ante la reiteración del tropiezo no cabe legitimar la caída. Cuando se permanece caído, por más que haya atenuante, es posible que haga falta la ayuda de amigos, pero la solución no es echarse al barranco. Lo adecuado –insistió– es levantarse, si es necesario siete veces al día. Levántate y ten ese combate contra la inercia, contra la apatía. Levántate y ponte a servir”. 

“Los creyentes –recordó– deberíamos ser personas erguidas, levantadas, andando detrás de Jesús con prontitud”. El sacerdote Ángel Moreno Sancho reflexionó también ante los asistentes al Encuentro de Programación en Covadonga sobre el fenómeno de la “orfandad” que se vive en estos días, ante la ausencia de referencias, de un padre, incluso biológicamente hablando, y mencionó el libro “Convertir a Peter Pan. El destino de la fe en la sociedad de la eterna juventud”, de Armando Matteo, un texto escrito para sacerdotes que el Papa Francisco regaló a los curiales en el año 2021. 

“Armando Matteo hace una llamada a los pastores para acoger a la generación que vive o sufre el completo de Peter Pan porque no quiere envejecer. Se impone así –explicó– el perfil de un adulto cada vez más introvertido, cínico y narsicista. Adultos sin trascendencia, sin límites, sin moral, sin política, donde la vida parece así más libre, más suave”. Ante este hecho, indicó el sacerdote de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, “Fratelli Tutti nos da las claves: hay que amar a Peter Pan”, y esto puede hacerse “saliendo de sí mismos hacia los demás”, “ejerciendo el ministerio de forma entrañable” y con la “cercanía fraterna a otros sacerdotes y a los fieles”.

Trabajos de grupo y objetivos

Los participantes en el Encuentro de Programación se dividieron en grupos para trabajar y dar respuesta a las preguntas sobre las dificultades pastorales y personales que se han observado a lo largo del curso, cómo afrontarlas de cara a la necesaria conversión pastoral de los agentes y finalmente marcar los objetivos y líneas de acción para el próximo curso pastoral.

Las dos ideas que salieron, casi inmediatamente y de forma unánime, de cara a los meses venideros, fueron el acompañamiento y el trabajo en común, con una escucha y una labor conjunta entre todos los miembros de la Iglesia. Dos objetivos que, en esta ocasión, no recaerán sobre Delegaciones concretas, sino que todos, Delegaciones y arciprestazgos, tendrán responsabilidades y labores que llevar a cabo para lograr la consecución de los mismos. A partir del mes de septiembre “será necesario darle cuerpo a estas conclusiones”, reconoció al finalizar el encuentro el Vicario de Pastoral, Antonio Vázquez, para “ver cómo dar salida a estos dos ámbitos dentro de los arciprestazgos y Delegaciones”.

En el momento conclusivo del encuentro, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, hizo un repaso por todas las ideas, propuestas y reflexiones que habían salido de los trabajos grupales, valoró la convivencia fraterna que se crea en estos encuentros, y subrayó la importancia de las dos ideas que surgieron para el trabajo futuro, acompañamiento y trabajo en común, o sinodalidad, “un concepto bien entendido tan antiguo como la propia Iglesia”, subrayó, “que implica evitar protagonismos y primar actividades comunitarias. Nos tenemos que acompañar en un camino que se comparte: en el ámbito parroquial, arciprestal y diocesano, que nos afecta a todos: curas, religiosos y laicos”.

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