Día del Seminario 2024

Publicado el 15/03/2024
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Día del Seminario 2024

«Padre, envíanos pastores» es el lema del Día del Seminario de este año, que como siempre coincide con la solemnidad de San José, el 19 de marzo, y que se traslada al domingo más cercano para su celebración en las iglesias y parroquias, concretamente, este domingo día 17. Para celebrar esta fiesta, el Seminario Metropolitano de Oviedo organiza una charla y una Hora Santa con Hakuna el lunes 18, a las 20,45 h en la Capilla Mayor del Seminario. Además, el mismo día 19, solemnidad de San José, tendrá lugar a las 20 h el Rito de Admisión de Pelayo Díaz Avello y Edgar Michel Perales Barboza.

Según la Conferencia Episcopal Española, en el curso 2023-2024, 143 jóvenes han sido llamados a la vocación sacerdotal y han ingresado en los seminarios españoles. Con ellos, el número de seminaristas asciende a 956. En nuestra diócesis, en los últimos años se han incorporado nuevas realidades al Seminario Metropolitano de Oviedo. Tal y como reconoce su rector, el sacerdote Sergio Martínez Mendaro, «estamos muy bien». «Por una parte –explica–, tenemos el Seminario Metropolitano con 10 seminaristas de Oviedo, para nuestra diócesis. También, desde el año pasado, conviven con nosotros los hermanos de Santander, que son 4 este año. Por otro lado, está el Seminario misionero Redemptoris Mater, que en estos momentos cuenta con 12 seminaristas, y por otro lado, los jóvenes de la Asociación Lumen Dei, que son 2 y que también se forman para ser sacerdotes con nosotros. Además, este año hemos incorporado también una iniciativa, becando a algunos estudiantes de Nicaragua, y con ellos sumamos cinco más. Por todo ello, el grupo en conjunto suma una cantidad bastante interesante, pero realmente los que viven en el Seminario Metropolitano, que es donde yo estoy intentando acompañarles, son 19 jóvenes». Una experiencia, la de unirse jóvenes de diferentes procedencias, «muy rica», señala el rector, porque, en primer lugar, abrimos ventanas, vemos que la Iglesia no se acaba en nuestras fronteras asturianas sino que hay Iglesia más allá de nuestros límites. Eso hace que podamos compartir momentos, retos muy interesantes. Por otro lado, tenemos la suerte de que los chavales que han llegado, concretamente los de Santander, con los que convivimos, son maravillosos y aportan mucho a la comunidad».

 

Excursión y convivencia del Seminario Metropolitano con el Arzobispo, don Jesús, en los Lagos de Saliencia, el pasado mes de diciembre.

Son todos ellos jóvenes de perfiles y edades muy variados. «El perfil de los seminaristas aquí es el propio de cada candidato, porque hay años que son chavales jóvenes, otros que ya han pasado por el mundo laboral, o que vienen de la FP, de la Universidad. Es, en definitiva, el momento de cada uno, el momento en el que escuchan esa llamada y se deciden a dar el paso». Los estudios y las diferentes procedencias le dan «una gran riqueza a la comunidad», señala Martínez Mendaro. «Cada uno tiene sus dudas, pero también sus soluciones y su forma de entender la vida y de ir descubriendo al Señor, que es lo bonito, y así, siendo una comunidad más diversa crecemos todos un poco más».

Dimas Fernández se ordenará diácono este año. Se encuentra en su último año del Seminario y si tuviera que resumir su etapa de preparación para el sacerdocio reconoce que «han sido unos años muy bonitos». «Ha sido una buena experiencia –dice–, sobretodo con los compañeros, los estudios pues vas adquiriendo cada vez más conocimiento. Yo me comparo con el que era cuando entré, y ahora que estoy acabando y pienso que he tenido un cambio increíble. Tengo mucha ilusión y muchas ganas de continuar», explica. Quedan por delante para él unos meses intensos, a los que se enfrenta «con ilusión y también con algo de susto», reconoce, porque «ya veo el momento de la ordenación más cerca. Pero me estoy preparando poco a poco, sin agobiarme, porque también estoy en manos del Señor y sé que me echará una mano».

A lo largo de estos años, Dimas ha tenido que cursar sus estudios de Teología pero también estar disponible para ayudar en parroquias y actividades caritativas y sociales diversas. Una experiencia que le ayudó a conocer «diferentes realidades» pero sobre todo «tratar con la gente y compartir con ellos su fe». «La gente y los distintos párrocos con los que he estado también me han animado y alentado en este camino».

Por otro lado, Álvar Arroyo está cursando su primer curso en el Seminario. Con tan solo 22 años, reconoce que al principio se sentía reticente al llegar porque podría «parecerse a un convento». «La verdad es que yo no tenía ni idea de lo que podría ser un Seminario y me ha sorprendido bastante», dice. «El Seminario Metropolitano de Oviedo se adapta bien a los tiempos, a cómo venimos los chavales hoy, a nuestras realidades y lo que vivimos, y me he encontrado en un lugar donde te acogen muy bien», afirma, aunque destaca que «es cierto que hay que trabajar, sobre todo en uno mismo, que es lo que más nos trastoca, pero yo tengo mucha ilusión». A todos aquellos jóvenes que se están planteando su vocación sacerdotal, Álvar les anima a que «intenten trabajar en ese miedo a lo desconocido, y que lo traten bien en la dirección espiritual y que sean valientes. No pierden nada entrando y si tienen dudas, es lo mejor que pueden hacer. Merece la pena».

 

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