Rocío Díaz, a la izquierda, y Cristina Alonso.
Coincidiendo con el 8 de marzo, Día de la Mujer, y con la Semana Santa ya muy cerca hemos querido conocer la experiencia de dos mujeres con cargos de responsabilidad en dos cofradías de la Semana Santa de Oviedo: Cristina Alonso, Hermana Mayor de la Hermandad de Jesús Cautivo de Oviedo con sede en San Juan el Real, y Rocío Díaz, capataz del paso del Cristo Yacente de la Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción, con sede en San Isidoro el Real.
Cristina, fuiste elegida Hermana Mayor el pasado mes de octubre, así que esta es tu primera Semana Santa con esa responsabilidad, ¿cómo se lleva?
Al principio con muchos nervios porque aunque llevara en la hermandad desde los inicios, desde el año 96, no conoces muchas cosas. Ya era miembro de la junta, pero tampoco tiene nada que ver con las cargas y responsabilidades de un hermano mayor. Y ahora mismo estoy como en una burbuja pensado que quedan poco más de veinte días y que no llego con todas las cosas que aún quedan por hacer.
En tu caso Rocío ya son varios años teniendo la responsabilidad de capataz de un paso íntegramente femenino, ¿cómo se vive?
Un paso femenino a veces puede ser más complicado por el peso o por las responsabilidades que las mujeres que participan puedan tener. Pero cada año participa alguna costalera más y para esta Semana Santa vamos bastante bien. En nuestro caso, cuando empecé hace 18 años como costalera sí que era un grupo mixto, aunque no había muchos hombres, pero poco a poco fuimos consiguiendo que las mujeres se fueran animando hasta lograr que todas seamos mujeres (el paso lo conforma un grupo de 25 a 30 costaleras). Ayuda mucho que por ejemplo en los ensayos que hacemos en la calle que es un paso conformado por completo por mujeres. Sigue llamando la atención que seamos todas mujeres, incluida yo, y es algo diferente al resto de cofradías.
Cristina tú tienes niño y niña, ¿se les enseña de igual manera este compromiso que tienes con la Semana Santa? Además eres también profesora de Religión.
Desde siempre se lo he inculcado de igual modo y ya esperan cualquier acto que tenga de la cofradía y me dicen «¡mamá, yo voy contigo!» y me acompañan los dos, siempre les digo que son como mi mochila porque vienen conmigo a todos los sitios (risas). En mi caso trabajo en una escuela rural en la tienes en el mismo aula niños desde tres años hasta doce y tienes que inculcarle lo mismo, pero siempre adaptado para que lo entiendan. Con tres años no puedes meterte en muchas cosas, con que sepan quién es la figura de Jesús ya es mucho, pero cuando te escuchan explicar a los compañeros otras cosas enseguida comienzan a preguntar. Es muy bonito contarlo en los colegios rurales y están muy implicados. Este curso les he propuesto que hicieran tronos y pasos y están trayendo unas virgerías increíbles.
Hablando de hijos, Rocío, tú tienes uno aún muy pequeño que hizo que un año salieses como capataz embarazada.
Estaba embarazada de siete meses y sí es verdad que no me dio mucha guerra durante la Semana Santa y se portó. Creo que lo lleva en la sangre, el año pasado ya se vistió de cofrade. Lo mejor es que desde pequeños lo vean en casa y crezcan conociéndolo. Así podremos tener un futuro en la Semana Santa de Oviedo.
¿Notáis mucha diferencia en relación a cuando empezasteis en relación a la presencia de mujeres?
Cristina: En mi caso me sentí siempre acogida. Por ejemplo en el año 2006 o 2007 iba a llevar a la Virgen de la Cofradía del Silencio en la procesión, iba muy justa de tiempo y cuando llegué ya no tenía sitio en ese paso y cargué al Cristo Flagelado que en aquel momento solo lo llevaban hombres. El capataz me comentó que iba a ser la primera mujer que lo llevase y el resto de compañeros hombres me hicieron un hueco.
Rocío: Siempre recuerdo el primer año que vi la Semana Santa en Oviedo, que nunca había estado hasta entonces. Coincidió que mi hermana salía en la cofradía del Santo Entierro porque acudía a su parroquia a catequesis y me gustó. Me comentaron que el Cristo Yacente iba portado prácticamente al completo por mujeres y según acabó la procesión de aquel año y hablé con la capataza del momento ya comencé, Siempre me sentía acogida, estuve también en la cofradía del Silencio, y nunca tuve ningún problema. Cada día participa más gente y desde todas las cofradías siempre se les anima.
¿Cómo podríamos animar a que más personas participasen en la Semana Santa?
Rocío: Que prueben porque muchas veces se tiene miedo a probar y no poder y por eso deben dar ese primer paso. Las cofradías de Oviedo están abiertas a incrementar su número de cofrades y que las calles de Oviedo estén llenas de gente, niños y hombres, y si las mujeres vamos cada vez participando más, mucho mejor.
Cristina: Estoy de acuerdo. A los amigos de mis hijos siempre se lo digo que nos acompañen y prueben. Acudieron a alguna actividad solidaria y este año ya se hicieron cofrades porque dicen que el Jueves Santo no quieren ir a ningún otro sitio, que quieren salir con Jesús Cautivo.
