Una de las tradiciones más coloridas y lucidas de la celebración del día del Corpus es la realización de las alfombras florales. Es el caso de Pravia en donde desde hace más de dos meses un grupo de una veintena de personas se reúne en la rectoral para preparar las alfombras que se colocan en el pórtido de la colegiata de Santa María y el parque que se encuentra justo enfrente.
Los trabajos comienzan con el diseño de los dibujos de los motivos que en cada ocasión darán forma a las alfombras, que luego se van ampliando para lugar el tamaño adecuado. En el caso de Pravia la que adorna el pórtico de la iglesia es una custodia que como nos cuenta Tere Díaz, una de las personas que participa en el grupo de trabajo de las alfombras, “es toda dorada con arroz, cuscús, piedas preciosas, macarrones… todo teñido en dorado. En el medio lleva la ostia en sal blanco y luego unas letras en las que son las iniciales de Jesús, hombre y salvador. Debajo lleva un recimo de uvas y un pan y a los lados unas ramas como de laurel”.
La sal y las virutas, de diferentes tamaños, son un material imprescindible para poder dar color a las alfombras ya que se tiñen de todos los colores posibles para poder rellenar las siluetas de los dibujos, que se hacen con macarrones pintados de los colores que vayan a llevar las alfombras. Ayudan también a suplir, en algunos casos, la falta de flores, dependiendo de la fecha del Corpus. Aunque en esta ocasión, como cuenta Tere han recibido muchísimas de flores gracias a la generosidad de muchas gente que las ha donado para que puedan lucir en las alfombras. “Desde la página ‘Pravia al dedillo’ se hizo un llamamiento para que todo el que tuviese flores, colaborase y se desbordó la gente que nos ha mandado un cantidad de flores tan impresionante…”
Tere lleva ya unos veinte años colaborando con la realización de los trabajos para el Corpus, adaptando las tareas que puede hacer debido a sus problemas de salud, pero sin dejar de participar. “Me uní cuando empezaron, la primera fue Bertina que comenzó haciendo una en el pórtico de la iglesia y poco a poco se fue a más”, recuerda, “las preparamos en la rectoral. Aunque cuando me pongo a teñir, me siento en el parque y vienen todos los niñinos alrededor de mí si estoy tiñendo el arroz en dorado. Siempre me preguntan qué hago y les contesto que oro, para hacerme rica”, explica entre risas y aprovechando esta anécdota para animar a la gente joven a que se una a esta iniciativa.
La víspera del Corpus, en Pravia se celebra el mismo jueves de la fiesta, ha sido muy intensa para todo el grupo ya que desde primera hora de la tarde comenzaron los trabajos para primero colocar los pliegos de papel, que se llevan con tableros hasta el lugar exacto, y luego dar color. Una labor que tiene hora de inicio, pero no de fin hasta que todo quede dispuesto para la misa y procesión del Corpus en la que el Santísimo portado por el sacerdote, y acompañado de los niños de primera comunión y fieles, recorrerá Pravia sobre estas alfombras hechas con tanto esfuerzo y afecto.
