Este domingo, 21 de enero, tercero del tiempo ordinario, se celebra el Domingo de la Palabra de Dios, este año con el lema tomado del evangelio según san Juan: «Permaneced en mi Palabra». Se trata de una jornada instituida por el Papa Francisco el 30 de septiembre de 2019, a través de la carta apostólica en forma de motu proprio, Aperuit illis, en la que anunció: «Establezco que el III domingo del tiempo ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios”. La iniciativa tiene como objetivo dedicar concretamente un domingo del año litúrgico a la Palabra de Dios para darla a conocer al mundo. Como afirma el sacerdote José Luis González, Delegado episcopal de Liturgia en la diócesis, «con este día, que fue un deseo del Papa Francisco, lo que se pretende es recordarnos la importancia que tiene la Palabra de Dios, la Biblia, en nuestra vida. Debería de ser como una especie de libro de cabecera. Y la Biblia, la Palabra de Dios, la necesitamos fundamentalmente para tres cosas: para poder hablar de Dios; para poder rezar con Dios y para poder cantar a Dios. Es el camino que se nos abre y que abre Dios para que podamos vivir en comunión. Debemos vivir la comunión no solamente con los que creen en Cristo, sino en la medida de lo posible con todos los que vivimos en esta casa que Dios nos hizo, que es la creación, la humanidad y que está llamada a ser jardín, donde nos damos las manos y no la espalda».
