El pasado fin de semana tuvo lugar en Oviedo las jornadas pastorales “Somos en Jesús”organizadas por Escuelas Católicas. El padre Simón Cortina es su presidente en Asturias y hemos querido repasar con él este encuentro.
El título de estar jornadas reflejan muy bien el espíritu de las escuelas católicas.
La idea esencial es descubrir la identidad de lo que nos une y fortalece y cómo podemos explorar juntos la esencia identitaria de la escuela católica desde la raíz que nos define, que es Jesús de Nazaret, y la misión que nos encarga a la Iglesia en medio del mundo. Es una suerte poder celebrarlas porque la última vez que lo hicimos fue en enero de 2020 y este años Escuelas Católicas Nacional, en ocho sedes y una de ellas Asturias, ha vuelto a recuperarlas a nivel nacional.
¿Cómo se desarrolló este encuentro en Oviedo?
Éramos 110 personas entre profesores, directivos, coordinadores de pastoral, miembros de diferente equipos de pastoral de los casi sesenta centros de Escuelas Católicas de Asturias y era un ambiente de encuentro, de celebración, de formación.
En un primer fomento Pilar Yusta, misionera y directora de la Sagrada Familia de Nazaret en Tenerife, nos dio una ponencia iluminadora, después un tiempo para poder encontrarnos y a través de unas preguntas poder debatir y finalmente una puesta en común. Tuvimos la suerte de contar con la presencia de nuestro arzobispo de D. Jesús al comienzo que nos dio unas palabras de ánimo.
La escuela católica ha cambiado mucho a lo largo de los siglos, adaptándose lógicamente al tiempo que le toca vivir, pero la pastoral siempre están en su centro.
Es esencial y básico. Si hay algo que nos distingue y por lo tanto a nuestros proyectos educativos, lo que define el carácter propio de nuestros centros respecto a otro tipo de oferta educativa tiene que ser que somos centros de Iglesia en los que se anuncia el Evangelio, la Buena Noticia.
Esto es algo que tiene que estar siempre en constante revisión, hacerlo bien y adaptarnos a una realidad que es cambiante. El mensaje de Jesús sigue siendo actual y tenemos que hacerlo llegar a nuestros alumnos y también a sus familias. La escuela cambia porque la sociedad también lo hace, pero el mensaje de Jesús está aquí, vino hace dos mil años para quedarse y lo que hay por delante todavía.
Y este fin de semana tendrán también otro encuentro importante con el Congreso de Escuelas Católicas organizado por la la Conferencia Episcopal Española.
El ámbito es distinto, pero quien nos reunimos y para qué es muy similar. Este congreso lleva por subtítulo “Iglesia y Compromiso” que nos habla de la intención. Este congreso es la sesión final, que se celebrará en Madrid de forma presencial y nos reuniremos casi 1.000 personas, pero como tal empezó en octubre en Barcelona con una fase previa en al que semanalmente de manera online se iban exponiendo diferentes paneles de experiencia para favorecer el carácter participativo que tiene este congreso.
A lo largo de estos meses previos se han podido conocer 78 proyectos que se desarrollan en diferentes ámbitos educativos y que pone de manifiesto la importancia que tiene la presencia de la Iglesia en la educación en España.
Las escuelas católicas siguen, a pesar de que en ocasiones se encuentren con dificultades, siendo una opción muy demandada por los padres para sus hijos.
Muchas familias eligen y estoy seguro de que lo continuarán haciendo nuestros centros. Casi un tercio de los alumnos no universitarios de Asturias van a centros de Escuelas Católicas, centros de Iglesia.
Son centros que nos preocupamos por estar a la última en lo que tiene que ver con la innovación y las metodologías del aprendizaje, pero también por, desde nuestra identidad y lo que somos, poder estar siempre a la vanguardia para la formación del alumno de un modo integral, teniendo como fondo el Evangelio, el mensaje de Jesús. Eso no caduca ni va a caducar.
Y es bueno de vez en cuando pararse y tener la oportunidad de encontrarse los responsables de ámbitos educativos de toda España y tomar conciencia de la presencia histórica de la Iglesia en el campo de la educación y también entender que la escuela es parte de la misión que tiene la Iglesia.
Además con un cometivo muy importante porque estamos hablando de la formación inicial de muchos niños. Y caer así en la cuenta del gran servicio que se presta a la sociedad, lo que creo que es necesario para renovar el compromiso y la misión que estamos llevando adelante.
