«Por angostos que sean nuestros pesares, por malditos que resulten tantos avatares inhumanos, y por tropezosos que nos parezcan los traspiés de cada día, Jesús ha vencido. Y esto significa que ni la enfermedad, ni el dolor, ni la oscuridad, ni la tristeza, ni la persecución, ni la espada… ni la mismísima muerte tendrán ya la última palabra, porque hasta la muerte ha sido muerta». Así se ha expresado el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en su homilía, durante la eucaristía del Domingo de Resurrección en Covadonga. «Jesús ha resucitado, y su triunfo nos abre de par en par el camino de la esperanza, el camino de la verdadera humanidad, el camino que nos conduce al hogar de Dios sin más intemperie aciagas», recordó en la Santa Cueva ante el cabildo y las religiosas que viven en el Santuario. La celebración fue retransmitida a través del canal de YouTube del Santuario, que emite 24 horas en streaming.