Más de setecientas personas de toda España se dieron cita en Madrid, entre los días 16 y 18 de febrero, en el Encuentro de Laicos sobre el Primer Anuncio, organizado por la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española. En él participaron representantes diocesanos, de movimientos laicales y de la Vida Consagrada, y entre todos ellos, un total de once laicos asturianos, con el Delegado episcopal de Apostolado Seglar a la cabeza, José Víctor Martínez, acompañados también por el Vicario de Pastoral de nuestra diócesis, el sacerdote Antonio Vázquez. Una experiencia que ha supuesto «una gracia muy grande», en palabras de los asistentes asturianos, y que irán transmitiendo a todos los estamentos diocesanos para que todo el mundo pueda tener la oportunidad de conocer lo que allí se vivió.
«Representando a nivel diocesano acudieron once personas, que intentamos que fuesen representativas de toda la geografía asturiana, y que estuvieran presentes también movimientos, en este caso al ser un encuentro prioritariamente sobre el Primer Anuncio, que estuvieran relacionados especialmente con ello», explica el Delegado episcopal de Apostolado Seglar, José Víctor Martínez, que añade que compartieron estos días, además, con dos personas más que residen en Asturias y que representaban a movimientos a nivel nacional, como era Susana Guisasola, Consejera de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas y Vicepresidenta de la Adoración Nocturna Femenina en España y a Anabel Prieto, del movimiento de los Focolares.
Los orígenes de este encuentro hay que buscarlos en febrero del año 2020 cuando, poco antes de la pandemia, tenía lugar un gran congreso de laicos en Madrid, con más del doble de participantes que en esta ocasión, en el que se profundizaron en dos temas: la Sinodalidad y el Discernimiento. A lo largo aquel encuentro, se organizaron cuatro itinerarios a trabajar, siendo el primero el Primer Anuncio, después el Acompañamiento, la Formación y la Vida Pública. En esta ocasión se han centrado en el primer itinerario, el «Primer Anuncio», y se trata del primero de una serie de congresos que se celebrarán cada dos años, y que versarán cada uno sobre el resto de los itinerarios, hasta completarlos todos.
«En este Encuentro sobre el Primer Anuncio se han destacado cuatro aspectos fundamentales, que han dado lugar a lo que denominaron «las cuatro paradas» –explica Sol Alonso, catequista de la UP de Luarca y una de las participantes asturianas–. Ponían el foco en que se trataba de un proceso y las cuatro paradas venían a ser, en primer lugar, la conversión pastoral en la comunidad, es decir ese «Primer Anuncio» dentro de la comunidad y todo lo que eso implica; otra parada serían los procesos formativos, después el Primer Anuncio en la vida cotidiana y por último el acompañamiento, especialmente a esas personas que, con el Primer Anuncio, se encuentran con Cristo». «Nos dijeron que el Primer Anuncio no quiere decir que sea el primero cronológicamente –explica Sol–, sino que es el fundamental, el del encuentro con Cristo. A partir de ahí, se desenvuelve todo lo demás. Hay que distinguir –dice– la catequesis, del Primer Anuncio, y aquí el orden de los factores altera el producto. En cuanto a la comunidad, es necesario poner el Primer Anuncio en el centro de la vida pastoral, porque es lo principal, y también es necesario acompañar a esas personas que se han encontrado con Cristo, para que no se encuentren solas; integrarlas en la vida cristiana. Lo mismo en la vida cotidiana: los cristianos hemos de ser conscientes de nuestro papel de discípulos misioneros de Cristo y con nuestra presencia y testimonio, con el diálogo e incluso con el anuncio explícito, debemos intentar llevar a los demás, a los que nos rodean ese Primer Anuncio».
Entre las actividades que se realizaron, destacaban los talleres y grupos de trabajo que ofrecían la oportunidad de elegir aquellos temas con los que cada uno se sentía más identificado, y también la oportunidad de compartir con personas de toda España las mismas inquietudes, y al mismo tiempo ser conscientes de que todos compartían las mismas dificultades y al tiempo una gran ilusión y mucha esperanza en el futuro.
«Todo el encuentro ha sido una gracia muy grande –destaca el Delegado episcopal de Apostolado Seglar, José Víctor Martínez–, pero si tengo que destacar algo, es la comunión que allí se palpaba. Nos reunimos, no solo laicos, sino también sacerdotes, religiosos y obispos, y esa visión de la Iglesia en comunión me anima mucho, como no puede ser de otra manera, y me quedo con esa esperanza de saber que no podemos anclarnos en una pastoral de mantenimiento, sino que tenemos que salir a buscar a nuestros hermanos que todavía no conocen al Señor. ¿Cómo? Pues estaremos a la escucha y nos dejaremos guiar por el Espíritu».
