Celebración de las Bodas de Oro y Plata Sacerdotales 2024

Publicado el 23/05/2024
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Celebración de las Bodas de Oro y Plata Sacerdotales 2024
Con motivo de la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, este jueves, 23 de mayo, ha tenido lugar en el Seminario Metropolitano la celebración de las Bodas de Oro y Plata sacerdotales, que comenzaba con la eucaristía presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Jesús Sanz Montes.
En total, siete sacerdotes celebraron sus Bodas de Oro, desde que fueran ordenados presbíteros en 1974, y seis, sus Bodas de Plata.
Los sacerdotes que celebraron cincuenta años de ministerio fueron D. José Manuel Coviella Corripio, D. Miguel Ángel Coviella Corripio, D. José Ramón Garcés Martínez, D. José Luis López Suárez, D. Manuel Robles Freire, D. César Rodríguez García y P. Manuel Úbeda Queipo, CP.
Los que cumplían veinticinco años de aniversario presbiteral eran D. Alfonso Abel Vázquez, D. Alfredo de Diego Braga, D. Andrés Fernández Díaz, D. José Manuel García de Jesús, D. Arturo García Rodríguez y el P. Rodrigo Sevillano García, CP.
En su homilía Mons. Jesús Sanz recordó a los homenajeados cómo hace 50 o 25 años «comenzabais vuestra andadura ministerial todos vosotros. Los primeros destinos, las primeras incertidumbres, los primeros logros, las primeras contrariedades. ¡Cuántos momentos vinculados a nombres de personas, a circunstancias diversas con todo su acopio de ayuda acompañada o de desgaste en soledad!», al tiempo que les recomendó una «gratitud serena y humilde»  que «brota del corazón cuando mirando el camino recorrido descubrimos tantas gracias recibidas sin que nos hayan faltado algunos pecados. Pero el resumen tiene siempre sabor a la sabiduría aprendida en la entraña de todo lo que nos ha acontecido en todo este tiempo. Motivos para la alabanza agradecida, motivos para el arrepentimiento sincero, motivos para seguir escribiendo una historia inacabada todavía». Finalizó felicitándoles, no solo a ellos sino también «a vuestras familias, feligreses y amigos, a todos cuantos os ayudaron a llegar a aquel momento de la ordenación y a recorrer vuestro camino como sacerdotes. Que María nuestra Santina nos ayude en este santo empeño».