Unidas en la oración por los sanitarios

Publicado el 05/06/2020
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Unidas en la oración por los sanitarios

Las Carmelitas Descalzas de Oviedo han participado en una cadena de oración por sanitarios que recibió miles de peticiones

Más de cincuenta conventos de toda España han estado, en esta situación de emergencia provocada por el coronavirus, unidos en sus oraciones para pedir por todos los sanitarios; y entre ellos el de las Carmelitas Descalzas de Oviedo. Todo comenzó en Sevilla. El capellán de las Jerónimas de Santa Paula recibió la petición de algunos familiares médicos y enfermeros para que las hermanas orasen por ellos y al tiempo una monja dominica de clausura contemplativa elaboró un vídeo en el que animaba al personal sanitario a escribirles un mail si deseaban que rezaran por ellos. Recibieron un auténtico aluvión de peticiones, que incluso desbordó a la tecnología, y tras pedir ayuda al resto de conventos de Andalucía tuvieron que recurrir a otros lugares, y así llegaron a Oviedo.

“Cuando hablaron con nosotras habían recibido ya 1.500 peticiones. Además en cada correo electrónico se solicitaba que se rezase a lo mejor por cuatro o cinco personas más”, explica sor Elsa, “las hermanas estuvimos encantadas de unirnos y nos llegaron más de treinta correos que distribuimos entre todas”. En su caso, por ejemplo, recibió la petición de una médico: “Ella daba clases y tenía 130 alumnos. Cuando les comentó la propuesta todos querían oraciones e incluso tenía amigos médicos en Londres, algunos de otras confesiones religiosas y otros no creyentes que les preguntaban si podíamos rezar por ellos aunque no fuesen católicos”.

Este contacto dio lugar en muchas ocasiones a una relación más estrecha lo que les ha dado la oportunidad de conocer testimonios muy significativos. “Te contaban que vivían la situación con pavor”, comenta la madre Teresa, priora de la comunidad, “todo el proceso que implicaba desinfectarse cuando llegaban a casa y no solamente por el miedo por ellos, sino también por su familia. Incluso algunos vivían separados de los hijos”. A ello se unía el cansancio psicológico y la impotencia de ver cada día tantos enfermos y fallecimientos. “El sufrimiento que hay detrás de esta situación, para la que se pide fuerza a Dios, te desborda y te emociona. Fueron meses muy intensos. Todo eso a nosotras nos llega de una manera especial, sentimos el dolor de la gente”, relata sor Elsa. Ahora algunos de estos sanitarios que las hermanas han tenido presentes en sus oraciones está deseando que pueda viajarse entre comunidades autónomas para venir a conocerlas personalmente.

Las carmelitas quisieron también hacer una aportación con lo que es su principal sustento: la repostería. Por ello uno de los días en los que la priora debía salir a hacer unas compras se acercó al HUCA con las pastas que elaboran. “No sabía dónde llevarlo porque fue al inicio del confinamiento y estaba toda la zona cerrada”, relata. Finalmente dio con el lugar en el que la UME estaba levantando un hospital de campaña y allí las dejó: “Meses después recibimos una carta muy cariñosa del coronel que hacía referencia a lo bien que habían sido atendidos en Oviedo y a nuestro aporte”. Más adelante volvieron a acercarse al hospital para llevar su repostería al personal de la planta en la que estaban ingresados los infectados por coronavirus y también las residencias de ancianos o la casa sacerdotal recibieron sus productos.

Otra de sus aportaciones fue muy útil, y también curiosa. A través del padre provincial entraron en contacto con un grupo de médicos que necesitaban algún tipo de protección para la cabeza. “Nos acordamos entonces de las antiguas tocas que usaban las monjas y estuvimos adaptándolas para que les cubrieran la cabeza, pudieran luego ponerse las gafas y las mascarilla, llevar el fonendo. Quién nos iba a decir que el modelo de tres o cuatro siglos pudiera servir de ayuda”, relata sor Elsa.

Las hermanas carmelitas también se han sentido muy acompañadas en estas semanas de confinamiento, aunque su rutina no cambió sí que aumentó la preocupación por sus familias y por toda la población, “estábamos muy pendientes del telediario y de todas las noticias”, y como respuesta han recibido la solidaridad de muchas personas que se interesaron por ellas.

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