“Que sigamos con una arraigada fidelidad creativa”

Publicado el 28/01/2022
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
“Que sigamos con una arraigada fidelidad creativa”

El jesuita asturiano José García de Castro, profesor en la Universidad Pontificia de Comillas, ha visitado estos días la diócesis para impartir conferencias en Oviedo y Gijón con motivo del Año Ignaciano, que conmemora los 500 años de la conversión de San Ignacio, desde el pasado 20 de mayo, hasta el próximo 31 de julio. 

El título de sus conferencias en Oviedo y Gijón es “Ignacio de Loyola, profeta de nuestro tiempo”. ¿Qué tiene de actual su figura?

Son varias las razones. A lo largo de estos 500 años la Compañía de Jesús ha ido permaneciendo fiel a las grandes intuiciones de Ignacio de Loyola como fundador y sus primeros jesuitas. Hay tres o cuatro grandes líneas en la experiencia de Ignacio y que siguen siendo tremendamente actuales. Yo destacaría en primer lugar su propuesta redactada y recogida en los Ejercicios Espirituales como un método precioso para adentrarse en el misterio de Dios y en la experiencia religiosa; para iniciarnos en la amistad con Jesucristo. Sigue siendo actual, por ejemplo, por la enorme red de instituciones educativas que los jesuitas tienen desde 1548, cuando se abre el primer colegio en Mesina. Después se han ido expandiendo por los cinco continentes. Una educación que siempre está repensándose y renovándose para ofrecer la mejor calidad, no sólo académica, sino también humana y espiritual para nuestros alumnos. 

En tercer lugar, destacaría la apuesta enorme de Ignacio de Loyola y sus compañeros por un trabajo a favor de la misericordia, de la reconciliación, de la justicia en este mundo. La transformación personal de san Ignacio desde el momento de su conversión cambia la historia de la Iglesia. ¿En qué sentido?

Fue un cambio más bien lento. Unos meses primeros de discernimiento interno, de deliberación, de estar colaborando con la gracia, hasta que realmente se dio en él la transformación de desear optar por una vida mucho más sencilla, en pobreza. Pero tal vez lo que caracterizó más a la aportación y transformación de Ignacio, fue querer fundar un grupo, una Compañía de Jesús, abierta a la misión, disponible absolutamente para el Papa.

Hablar de San Ignacio es hablar también sobre sus Ejercicios Espirituales, que tantos miles de personas han experimentado y que siguen vigentes. 

Lo cierto es que Ejercicios Espirituales y “Métodos Ejercitatorios”, que se llamaban así en el siglo XVI, ha habido miles en la tradición de la Iglesia entre los siglos XVI y XVII. De hecho, se cuentan unos 800 ó 900 títulos diversos. ¿Dónde radica la originalidad del método ignaciano? En la organicidad interna; en cómo va Ignacio va pensando paso a paso, cómo va conduciendo pedagógicamente –mistagógicamente diríamos en Teología–, a la persona que se ejercita, desde la primera semana. Un tiempo para reflexionar y meditar en torno al pecado, los propios límites, hasta el punto final donde lo que le propone es una vida entregada a Dios, la vida en el espíritu, para poder buscar y hallar a Dios en todo. Fue un método original y que contó con el apoyo de todas las instituciones que fueron surgiendo por toda Europa y todo el mundo. Por eso quizá se convirtió en uno de los métodos más universales en la Historia de la Iglesia. 

En el calendario de la página web de este Año Ignaciano hay numerosísimas entradas sobre todas las actividades que se están llevando a cabo, recordando a san Ignacio, peregrinaciones, libros, oraciones, ¿cómo se están planteando estas actividades?

Hay una oficina central en Roma que coordina todas las otras oficinas locales o nacionales que tenemos. Estamos tratando de proponer nuevas formas de oración que puedan ayudar a la gente a vivir su propia conversión, peregrinaciones, simposios, seminarios, ciclos de conferencias, campamentos; también se está innovando en nuevas tecnologías, y se está presente en todo tipo de plataformas digitales para llegar a todas aquellas personas que quieran aprovechar esta oportunidad como un momento de renovación de su vida espiritual.

Hablando de plataformas, el canal de YouTube de la Compañía en este Año Ignaciano es de lo más variado y universal.

En la Compañía los jesuitas estamos muy orgullosos desde el principio de esta dimensión internacional tan variada. Ya el primer grupo de jesuitas que se reúne en París en torno a San Ignacio era muy internacional, que a los pocos meses de fundar la Compañía uno sale para La India, otros para Portugal, otros para Alemania, esa dimensión tan internacional y multicultural sigue formando parte del código genético de los jesuitas.

También está siendo un año de conversión y renovación en el seno de la Compañía, ¿cómo encaran desde dentro el futuro?

Con una enorme ilusión y optimismo. Al igual que está pasando en la vida religiosa a nivel mundial, vivimos una época de descenso numérico frente a lo que fueron años pasados, pero hay una renovación espiritual y anímica muy grande. Nos gustaría que los próximos 500 años continuáramos manteniéndonos como decía el Padre Kolvenbach, uno de los últimos Prepósitos Generales, “con una arraigada fidelidad creativa”. Que seamos fieles a los Ejercicios Espirituales como uno de los grandes tesoros en la Iglesia, permaneciendo fieles a nuestro compromiso con el mundo y con la historia, especialmente allí donde haya sectores más desfavorecidos y, en definitiva, impulsando y empujando la historia hacia lugares más amables y misericordiosos para todos. 

Para mejorar el servicio, utilizamos cookies propias y de terceros. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies.

Más información sobre cookies