Se presenta en el Museo de la Iglesia la exposición «Imagen y Palabra»

Publicado el 17/05/2024
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Se presenta en el Museo de la Iglesia la exposición «Imagen y Palabra»

El Museo de la Iglesia, situado en el claustro alto de la Catedral de Oviedo, ha presentado este viernes, 17 de mayo, la exposición «Imagen y Palabra», organizada con motivo del Día Internacional de los Museos. Desde el sábado 18 hasta el 25, los visitantes podrán ver, destacados en sus vitrinas habituales mediante un pequeño logo que representa a un libro, una selección de trece esculturas y pinturas en las que se representan personajes que aparecen con un libro en las manos. Son figuras bíblicas, apóstoles, evangelistas o santos de diferentes periodos históricos y corrientes artísticas desde el siglo XIV hasta el XVIII.

Esta muestra es la segunda parte de la colaboración entre el Museo de la Iglesia y la Biblioteca del Seminario que comenzó el pasado mes de abril con la celebración del Día Internacional del Libro. Con el mismo lema, «Imagen y Palabra», en el Seminario se organizó una exposición en la que se podían contemplar diversos volúmenes que representaban a los que acompañan a muchos personajes en obras de arte: Biblias, Misales, Reglas Monásticas, obras espirituales o teológicas. Manteniendo ese mismo hilo conductor, el libro, en este caso el Museo de la Iglesia muestra en su exposición el libro como «atributo iconográfico», como un objeto que representa y acompaña a muchos personajes en las obras de arte religioso.

El Abad de Covadonga, Adolfo Mariño; el Deán de la Catedral, Benito Gallego y la Directora del Museo de la Iglesia, Otilia Requejo, al finalizar la presentación

En la presentación, inaugurada por el Deán de la Catedral, Benito Gallego, que agradeció a los asistentes su presencia, la Directora del Museo, Otilia Requejo, señaló que «al igual que en la exposición en la Biblioteca del Seminario la figura de referencia había sido Santa Teresa, santa mística y autora de una gran producción literaria, en esta ocasión se ha escogido a San Ramón Nonato, un santo poco conocido pero muy particular, una imagen que pertenece al Santuario de Covadonga y que acaba de ser restaurada».

La imagen de San Ramón Nonato expuesta en el Museo durante estos días es obra del escultor e imaginero valenciano José Gerique Chust, nacido en Valencia en 1868, autor muy prolífico y que desarrolló su actividad hasta los años 40 del pasado siglo. Esta obra en concreto obtuvo la Medalla de Oro en la Exposición Eucarística Nacional del año 1893.

San Ramón Nonato, nacido alrededor del año 1200 cerca de Barcelona, recibió su apelativo Nonato non natus (no nacido) debido a las circunstancias de su nacimiento, ya que su madre murió durante el parto y él fue extraído de su seno estando ya fallecida. Desde muy joven ingresa en la «Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced», fundada por san Pedro Nolasco en 1218 para la redención y liberación de los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Los Mercedarios, además de los tradicionales votos de pobreza, obediencia y castidad, incluían un cuarto voto: liberar a los cristianos cautivos, aún a riesgo de sus vidas. Por ello muchos de sus miembros se ofrecían a cambio de la liberación de prisioneros y esclavos. Una vez ordenado sacerdote fue enviado al norte de África con una considerable suma de dinero, con la que pudo liberar a muchos cautivos y cuando se le acabó, se ofreció como rehén por la libertad de otros prisioneros. Fue retenido así por piratas berberiscos soportando duras condiciones de vida y tormentos, pero durante su cautiverio se dedicó a consolar y predicar el Evangelio convirtiendo también a muchos infieles. Tal insistencia le valió para que fuera torturado por sus guardianes, quienes atravesaron sus labios con un hierro incandescente y después le pusieron un candado en la boca para que no pudiera hablar e impedir así que siguiera predicando. Sufrió esta situación durante un año, hasta que pudo ser rescatado por su orden.

Este cruel episodio de tortura provocó que San Ramón Nonato fuera tradicionalmente siempre representado con un candado, como se puede comprobar en diferentes obras de arte, aunque en la escultura del Santuario de Covadonga no se ha conservado.

La restauradora de la imagen de San Ramón Nonato, Paula Sánchez Ablanedo, junto con el Deán de la Catedral, Benito Gallego y la Directora del Museo, Otilia Requejo

Es la única obra de la exposición que no porta un libro, pero se quiso elegir como figura de referencia en «Imagen y Palabra» para enviar un mensaje muy claro que, tal y como recordó la Directora del Museo, Otilia Requejo «también tiene una lectura muy actual», y es que «San Ramón Nonato no representa ni la palabra escrita ni la palabra hablada, sino la palabra silenciada, cancelada».

De la palabra quiso hablar el Abad de Covadonga, Adolfo Mariño, cuya intervención clausuró el acto y quien recordó de manera muy especial «a los cristianos perseguidos», que «no son noticia en los medios porque no venden, o no interesan, pero que existen y son muchos en el mundo, y a todos aquellos a quienes se les impide predicar el Evangelio en este momento». La imagen de San Ramón Nonato, recién restaurada, ha sido cedida temporalmente por el Santuario al Museo de Covadonga.