«Es posible promover una economía social»

Publicado el 07/05/2018
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«Es posible promover una economía social»

Entrevista a Myriam Gonzalo Eizaguirre, responsable del programa de Cáritas Asturias.

¿Cuáles son las cifras más destacadas de esta Jornada por el Empleo?

En 2017 hemos acompañado a un número bastante estable de personas, todos los años hablamos de 650-700 que acuden a Caritas para que les ayudemos en la búsqueda de empleo. Aproximadamente 200 han participado talleres prelaborales internos, que impartimos nosotros mismos, y otras las hemos derivado a formaciones externas para certificaciones homologadas y cursos de formación del Servicio Público de Empleo. Durante ese proceso, el pasado año, 95 personas han encontrado trabajo.

¿Cómo se organiza la labor de Cáritas en este ámbito?

En nuestras formaciones se trabaja la recuperación de hábitos, rutinas, habilidades incluso sociales que las personas necesitan antes de entrar en un proceso como son los cursos de formación para el empleo, que tienen su objetivo, pero que no cubren esas otras dimensiones. Somos parte de la red de apoyo que ofrece Cáritas porque es fundamental que haya un acompañamiento integral. Si solo actuásemos en empleo probablemente estaríamos olvidándonos de otras facetas que están cojas y así nuestra labor no sería eficaz. Para una búsqueda exclusiva de empleo hay agencias, portales, etc. que lo hacen muy bien. Nosotros creemos que estamos para los que tenemos que estar.

¿A qué se refiere con acompañamiento integral?

Estamos al lado de personas que nos vienen derivadas de parroquias, recursos, centros de Cáritas o asociaciones colaboradoras que ya las están apoyando y que han identificado que el empleo podría ser también un área necesaria que complemente al resto. Es vital tener este aspecto en cuenta y entre todos hacemos que cada acompañamiento vaya adelante; donde acaba uno empieza el otro, cada uno con su labor y tarea. Técnicos y voluntarios hacemos cualquier equipo: en definitiva, somos personas al servicio de otras personas.

¿Qué perfil de personas acuden al programa de empleo?

Los mayores de 45 años parados de larga duración son el grupo más importante, sobre un treinta por ciento, y también las personas de origen extranjero, el origen está ligado a la exclusión. Este año hemos querido resaltar dos nuevas situaciones. La primera la gran presencia de hogares con familias monoparentales, un veinte por ciento. En este sentido el perfil de personas que nosotros acompañamos es de muy baja cualificación, mujeres principalmente, que van a buscar trabajo en el sector servicios con horarios muy largos y sueldos bajos. Esto, si lo combinas con su situación personal, hace que sea muy difícil conseguir la inclusión laboral. Requiere un reciclaje, por ejemplo en el caso de quienes se han alejado del ámbito del empleo, y este proceso lleva mucho tiempo. Se une además una situación de necesidad que urge, por lo tanto se hace incompatible.

Otra nueva realidad se da dentro de la emigración, con un aumento de personas de Venezuela y el derecho de asilo. Quisimos destacar este grupo porque son personas que están aquí a las que hay que acoger y acompañar. Debemos reconocer que nuestra sociedad está viviendo cambios a los que nos tenemos que adaptar desde el conocimiento y la reflexión que nos permitan acompañar mejor.

Existe la iniciativa “Iglesia por el trabajo decente”, ¿ese adjetivo marca la diferencia?

El informe de la Organización Internacional del Trabajo de hace dos años sobre el concepto “trabajador pobre” nos abrió los ojos. Hemos crecido en una sociedad en la que se pensaba que si tú trabajabas ya estabas incluido. Esto no es así. El informe FOESA, avalado por Cáritas, nos confirmó que trabajo ya no es símbolo de inclusión. Hay que apostar por un empleo digno y decente, si no no estás haciendo una sociedad justa.

Estamos en la tienda Koopera de Oviedo, ¿Moda-Re es un paso adelante en este sentido?

Como Iglesia y como Cáritas supone un desafío en el que 29 Cáritas diocesanas nos hemos puesto de acuerdo para comprometernos en conjunto, tener los mismos estándares y apostar por un proyecto de inserción de las personas para las que trabajamos. Es también un sello de calidad. Con Moda-Re perteneces a algo más grande que se ha marcado unos compromisos sociales, éticos y medioambientales.

Hemos decidido apostar por la economía, pero que esta sea social. Es donde queremos estar para poner de manifiesto que se puede hacer una economía donde la persona sea el centro de la actividad y se le dé oportunidades a quienes que de otra manera no las tendrían porque el mercado actual, como dice el Papa Francisco, los descarta, no los incluye. Como Iglesia estamos demostrando que esa otra economía es posible.

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