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Cuando a mediados del siglo XIX desaparece el convento de la Merced de Avilés como consecuencia de la Desamortización, las piezas de arte mueble se reparten por diferentes iglesias: Santa María de Luanco, San Martín de Laspra y Santa María de Cancienes son el destino de retablos e imágenes del extinto monasterio.
La parroquia de Santa María de Cancienes recibe tres retablos: el de la capilla mayor y los dos laterales, dedicados a la Virgen del Carmen el del lado de la Epístola, y a la Virgen del Rosario el del Evangelio. Durante la restauración del retablo Mayor, realizada entre 2009 y 2010, se halló una carta bajo el sagrario, fechada en 1859 y firmada por José Menendez de Bango, que se relacionaría con el traslado de los retablos a Cancienes desde Avilés después de la desaparición del extinto monasterio de la Merced.
El retablo restaurado en 2023 es el dedicado a la Virgen del Carmen, un retablo de estética barroca datado en el segundo cuarto del siglo XVIII.
La restauración realizada ha supuesto la recuperación de esta interesante muestra de arte mueble: se ha eliminado la gruesa capa de suciedad y la espesa capa de purpurina superpuesta, y se ha neutralizado la infestación generalizada de xilófagos que había debilitado algunas zonas produciendo pérdidas volumétricas y cromáticas.
Con la restauración del segundo retablo lateral, dedicado a la Virgen del Rosario, que se realizará a lo largo de 2024, los retablos de la parroquia de Cancienes lucirán una imagen renovada gracias al mecenazgo de un vecino de la parroquia.