El Oratorio donde los niños son los protagonistas

Publicado el 07/06/2018
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El Oratorio donde los niños son los protagonistas

Las “Jornadas de Primera Iniciación a la oración de niños pequeños” que se celebrará a partir de mañana en la parroquia de los Santos Apóstoles de Oviedo han colgado prácticamente el cartel de “completo”. Padres, educadores, y catequistas de otras parroquias como la Basílica de San Juan El Real de Oviedo, serán quienes reciban y aprendan un método novedoso, más que eso incluso, una experiencia singular, que se puso en marcha hace tres décadas en Valencia para enseñar a rezar a los más pequeños.

La iniciativa partió del sacerdote Gonzalo Carbó, hoy miembro de un Instituto religioso nuevo, los Cooperadores de la Verdad, nacido en el año 2010. Desde entonces reciben llamadas de todo el mundo para transmitir la experiencia de los Oratorios de niños pequeños, que se ponen en marcha tanto en colegios como en parroquias. Este fin de semana recalarán en Oviedo y así, extenderán los Oratorios por otros puntos de la diócesis.

La parroquia de los Santos Apóstoles de Oviedo acoge a partir de mañana el curso “Jornadas de Primera Iniciación a la oración de niños pequeños”. Una iniciativa relativamente joven –aunque sus comienzos se remontan a los años ochenta– que ayuda a los más pequeños a conocer a Dios de una manera diferente: “antes de aprender cosas sobre Dios, aprenden a abrazar a Dios; antes de hablarles sobre Dios, se les enseña a hablar con Dios”. Así lo definen desde el Instituto Clerical Cooperadores de la Verdad, quienes impartirán el curso en Oviedo.

“Escuché hablar sobre los Oratorios de los niños pequeños por primera vez en un encuentro de Delegados de Pastoral Familiar en Madrid”, explica José Luis Pascual, párroco de los Santos Apóstoles y Delegado episcopal de Pastoral Familiar. “De una manera totalmente casual, la gente comenzó a hablar sobre esta iniciativa, algunos la tenían en sus parroquias, otros en su colegio; yo no había oído hablar nunca sobre ello pero lo cierto es que me llamó la atención y quise ponerme en contacto con los responsables de estos cursos, que están en Valencia”.

Así llegó hasta el padre Gonzalo Carbó, quien hace treinta años comenzó con esta iniciativa en una parroquia rural de Valencia. Aquellas reuniones surgieron de manera espontánea, con un grupo de doce niños que fueron creciendo poco a poco, como un itinerario de encuentros de los pequeños con Jesús en sus múltiples presencias: la Palabra, la comunidad, la oración, el sagrario, el sacerdote, el prójimo, etc. De esa manera nacieron los oratorios, “como un acontecimiento no planificado, en parte como respuesta a nuestra inquietud pastoral sobre si los niños son capaces de contemplación, pero sobre todo como una respuesta a la sed de los niños y a las urgencias postconciliares de la nueva evaengelización”, afirmó este sacerdote valenciano recientemente a la publicación Alfa y Omega.

“Yo quise conocer aquello de primera mano –explica José Luis Pascual– y decidí acudir, acompañado por dos catequistas de la parroquia, a un curso en Madrid, sin saber bien qué me iba a encontrar, pues tenía referencias, pero muy aisladas”.

“La sorpresa fue –añade– que me encontré con algo que no esperaba. Yo iba buscando un método catequético que rompiera con el tradicional de la catequesis tipo escolar, que es lo que siempre se ha hecho en la parroquia. Muchas veces los niños me ven y me dicen ¿Dónde está mi profe? Yo intento explicarles que no es una profe, pero lo cierto es que ellos lo viven como una clase más, con libro, con colores, con una mesa, como el colegio”. “Una vez allí, en el curso –reconoce– me encontré, más que con un método en sí mismo, con una experiencia; algo que me impactó personalmente y espiritualmente me ayudó mucho por todo lo que vi y oí. A los catequistas que me acompañaron también les impactó, y decidimos que esto había que traerlo a la parroquia, para que el resto de catequistas también lo conocieran y pudiéramos transmitirlo a los niños”.

Encontrar fechas para este curso no ha sido fácil. Los Cooperadores de la Verdad reciben peticiones de todas partes, también fuera de nuestras fronteras, pero finalmente estarán presentes en la parroquia desde mañana viernes hasta el domingo.

El curso, dirigido a padres, educadores, sacerdotes, catequistas, y todas aquellas personas vinculadas a la transmisión de la fe, tiene a los niños como protagonistas. “Eso es algo que me pareció fundamental cuando lo conocí –destaca José Luis Pascual–. Los Cooperadores de la Verdad tienen la conciencia, y así lo viven, de que esto ha nacido inspirado por el Espíritu Santo, que ha ido hablando a través de los niños que han sido quienes han indicado el camino, y así, se ha hecho todo este desarrollo de iniciación a los niños de la vida cristiana”. “Lo que he descubierto allí –afirma– es que nosotros habitualmente en catequesis enseñamos a los niños las oraciones, pero otra cosa muy distinta es enseñarles a rezar y enseñarles el sentido de lo sagrado. Cuando un niño aprende a rezar, descubre lo trascendente, y Dios ya no es algo impersonal, sino que es una persona con la que habla. Así, de esta manera, el niño se encuentra con Dios y el catequista es un acompañante, un intermediario”.

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