Después de un periodo de paralización a causa de la pandemia, este jueves, 24 de noviembre, se ponía en marcha una nueva edición de “Oviedo Trascedente”, la original iniciativa de la Delegación Episcopal de Enseñanza en la que jóvenes de 4.º de la ESO y 1.º de Bachillerato de Colegios Concertados e Institutos Públicos de toda Asturias se dan cita en la ciudad para conocer, desde dentro y gracias a la desinteresada labor de voluntarios, un total de 25 lugares donde reconocer la fe en su dimensión espiritual, artística y de servicio. Hablamos con Diego Muñoz, de la Delegación episcopal de Enseñanza.
¿En qué consiste “Oviedo Trascendente”?
El objetivo de esta actividad, que es preciosa, es el siguiente: el ser humano lleva sus necesidades, sus problemas, sus situaciones particulares a donde vive. Por eso junto a nosotros hay lugares de ocio, de compartir, y también de fe, porque la dimensión espiritual impregna los lugares donde vivimos. El objetivo de esta actividad es que los alumnos perciban, vivan, toquen y sientan esa dimensión espiritual que, a lo largo de los siglos, ha trascendido a la ciudad de Oviedo pero también a otros lugares donde ellos pueden percibirlo, porque pueden apreciarlo y ver esa dimensión espiritual y trascendente que todo ser humano lleva a donde está. Porque Oviedo es una ciudad trascendente.
Cuatrocientos cincuenta jóvenes aproximadamente participaban ayer jueves de esta iniciativa, de centros muy diversos de la geografía asturiana.
Sí, la actividad se centra aquí en Oviedo, porque nos da la posibilidad de que tengan acceso a muchos lugares diversos, y efectivamente los chavales proceden de Las Cuencas, del Oriente, del Occidente, y sobre todo, lógicamente, del Centro.
¿Qué lugares será posible visitar este año?
Un total de veinticinco. La actividad se centra en tres pilares: cómo se vive la espiritualidad, lugares donde vivirla –aquí entran las iglesias más significativas como la Catedral, Santa María La Real de la Corte, etc.– pero también la sinagoga judía, o la iglesia Evangélica. También se puede ver esta fe católica en distintas formas, por eso tienen la oportunidad de ver y acercarse al Rito Oriental, y también el arte y la dimensión de la fe desde el servicio a los demás.
¿Cuáles suelen ser los más solicitados?
Tienen que elegir tres lugares de todos los que se ofertan, puesto que sería imposible abarcarlos todos. Se los enseñan guías voluntarios que, con su disponibilidad, comparten sus conocimientos sobre ese lugar.
La Catedral es la más solicitada, este año con el añadido de la torre, más todavía. Pero incluso también la iglesia de San Francisco de Asís, con sus vidrieras para que perciban que el arte no es una cosa del pasado, sino también del presente. Muy solicitado es también todo lo que tiene que ver con lo social: la sede de Manos Unidas; la Cocina Económica; el Albergue Cano-Mata; el Centro de María Inmaculada para acercarles a la realidad de los migrantes; la Delegación de Misiones; la Pastoral Penitenciaria; el Alberge de Peregrinos; el Monasterio de San Pelayo o incluso el propio Arzobispado.
¿Qué impresiones cuentan los profesores acerca de esta vivencia y lo que les aporta a los chavales?
Siempre ha sido una actividad muy valorada por todos los profesores que acompañaban a los chicos, porque al final, les da la oportunidad de acercarles a lo que ellos les cuentan a diario. Con la nueva ley de Educación, esta actividad nos da la oportunidad de desarrollar nuestro currículo desde esta experiencia de aprendizaje particular. Si les enseñas, por ejemplo, la Catedral, la Cocina Económica y el Parque de San Francisco, vas a tener tres oportunidades vivenciales para descubrir esa fe en la naturaleza, en el arte, en la oración y en el servicio, y a través de ahí desarrollar todo tu currículo.
