«Si no se puede escoger, ¿dónde está la libertad?»

Publicado el 21/11/2019
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«Si no se puede escoger, ¿dónde está la libertad?»

El Delegado episcopal de Enseñanza, Miguel Ángel Solís, reflexiona acerca de las declaraciones de la ministra Celaá

“Unas declaraciones fuera de lugar”. Así ha descrito el Delegado episcopal de Enseñanza, Miguel Ángel Solís, las palabras de la Ministra de Educación, Isabel Celaá, que pronunció la pasada semana, en la inauguración, en Madrid, del Congreso de Escuelas Católicas. “Lo que muestran, además, son sus intenciones –destaca– pues con esas palabras lo que hace es tergiversar lo que dice el artículo 27 de la Constitución española, que garantiza la educación que los padres quieren para sus hijos”, afirma.

La ministra de Educación y Formación Profesional afirmó ante los asistentes al Congreso, el pasado jueves, 14 de noviembre, que la libertad de los padres de elegir centro y la enseñanza religiosa para sus hijos no emana de la libertad de enseñanza reconocida en el artículo 27 de la Constitución española: “De ninguna manera puede decirse que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o a elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza –dijo–. Esos hechos, los de elegir centros, formarán parte de derechos que puedan tener los padres y madres en las condiciones legales que se determinen, pero no son emanación estricta de la libertad reconocida en el artículo 27 de la Constitución Española”.

“Lo que no puede ser es que esta ministra quiera imponer una ideología y privar de libertad a los padres –ha afirmado Miguel Ángel Solís, en una entrevista al programa diocesano El Espejo, en Cope Asturias–. “Estas palabras parecen dirigidas a imponer una escuela única, pública y laica. Y de esta manera vulnera el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales y religiosas. Además, cuando se veta otros modelos educativos ¿dónde está entonces la libertad de elección? Si no se puede escoger ¿dónde está esa libertad?”. El Delegado episcopal de Enseñanza afirmó que “la propuesta de una escuela única, pública y laica es propia de los regímenes totalitarios, y no de una democracia. Parece que –dijo– en vez de servir al ciudadano, lo que se quiere es imponer una ideología”.

Éxito de Oviedo Trascendente

El mismo día en que daba comienzo el Congreso de Escuelas Católicas en Madrid, se celebraba en Asturias la segunda edición de Oviedo Trascendente. Este año, participaban cerca de 850 jóvenes de 4.º de la ESO y 1.º de Bachillerato, de una veintena de centros escolares asturianos, acompañados por medio centenar de profesores. Un total de 31 lugares de la ciudad de Oviedo se ofrecían para ser visitados, de los cuales, los participantes tenían que escoger tres. Eran destinos vinculados a la Iglesia y a la fe, bien a través del culto religioso, de la acción social, de la cultura o de la contemplación. Si bien todos resultaban atractivos por diversos motivos, la Catedral, Pastoral Penitenciaria, la Delegación de Misiones o la sinagoga judía tuvieron que duplicar sus turnos para poder afrontar la demanda de visitas.

“Las primeras impresiones de este Oviedo Trascendente son muy buenas”, reconoce el Delegado episcopal de Ensenañanza. “Ha habido algún cambio respecto del año pasado, mejorando siempre en función de las valoraciones que hacemos a posteriori. En este caso, decidimos rebajar el número de visitas de cuatro, como hicimos el año pasado, a tres, porque quedaba muy justo y los chavales no tenían ni un hueco para descansar. También vimos la posibilidad de ampliar algunas sedes, y así este año se sumaron a la iniciativa San Juan El Real, la parroquia de San Tirso, la Delegación de Misiones, y también la Iglesia evangélica, la judía, y la católica de rito oriental, con una explicación sobre los iconos –afirma Miguel Ángel Solís–. El resultado es muy interesante y ciertamente ayuda a los alumnos a ver cómo la fe genera cultura, y todo eso nos puede ayudar a trascender”.

Una labor que ha podido llevarse a cabo gracias a la colaboración de un buen número de voluntarios, entre párrocos, delegados diocesanos y hasta profesores jubilados que se ofrecieron a guiar a los grupos y explicar cada una de las actividades que se llevaban a cabo en los lugares a visitar”.

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