El pasado viernes 3 de septiembre, se inauguraba el nuevo Espacio Con Corazón en Pravia, el cuarto en la diócesis junto con los ya existentes de La Felguera, Pola de Laviana y Villaviciosa. Los Espacios Con Corazón forman parte, junto a las dos tiendas de ropa de segunda mano de Koopera Store de Gijón y Oviedo, del proyecto textil de Cáritas diocesana, que tiene como objetivo dignificar la entrega de ropa a personas en situación de exclusión, promover el consumo responsable y la animación socio caritativa de la comunidad.
“Explicado de una manera muy sencilla –expresa Sara García, responsable de los espacios con corazón en Asturias– los Espacios Con Corazón son un lugar abierto al público en general donde cualquier persona puede comprar su ropa de segunda mano, lo que conocemos como “moda sostenible”, y también es un espacio donde las personas atendidas por Cáritas y que no pueden comprar ropa porque no disponen de dinero, se les entrega de forma gratuita”. Sin embargo, a pesar de que esta explicación resume, a grandes rasgos, los objetivos de estas iniciativas, su responsable en Asturias destaca que “no se trata sólo de abrigar nuestros cuerpos, sino también de abrigar nuestra alma, entendiendo que hay necesidades que van mucho más allá de las cosas materiales, que a veces parece que son lo más importantes. Pero las personas –recuerda Sara García– necesitamos también sentirnos arropadas y por eso intentamos que los Espacios Con Corazón sean un lugar donde se generen oportunidades de encuentro entre personas de diferentes culturas, ideas, etc. Por ejemplo, ahora en Pravia, todas las personas están invitadas a participar de las actividades que se desarrollen allí, de cara a crear ese espacio comunitario, donde se puedan romper las diferencias, el miedo, la distancia”.
El proyecto textil de Cáritas, relativamente joven, crece exponencialmente. El último año recogió en Asturias un total de 1.866 toneladas de ropa. Una cantidad verdaderamente alarmante, por lo que supone de consumo, de contaminación, de despilfarro. Según explica la institución, en su estudio “Análisis de la recogida de la ropa usada en España”, en los últimos 15 años las ventas mundiales de prendas de vestir se han duplicado; sin embargo, cuando la gente se desprende de la ropa, esta ha sido utilizada un 36% menos que al inicio de este periodo”.
Con el proyecto textil, Cáritas persigue, además de proporcionar ropa a personas sin recursos, ser partícipe de ese consumo responsable mediante la venta de ropa de segunda mano, ropa recuperada. “Hay que tener en cuenta que el cuidado del medio ambiente se aborda en todos los ámbitos y a todos nos afecta, queramos o no”, explica Sara García, responsable de los Espacios Con Corazón en Cáritas diocesana. “El plantearse donar tu ropa y que nosotros podemos ser también clientes de una ropa de moda sostenible es importante porque con estas dos formas de actuar vamos a reducir los residuos que de otra manera acabarían en el vertedero, y además ahorramos recursos tan básicos como el agua, que en la producción del textil se contamina y se consume en unas cantidades que después quedan ya inutilizables para el consumo humano”.
El recorrido de la ropa desde que se deposita en uno de tantos contenedores de ropa de Cáritas que pueblan nuestras calles, pero también en un Espacio Con Corazón o en un punto parroquial que hace este servicio, es sencillo. En primer lugar, se hace una clasificación entre ropa reutilizable, y ropa que está para reciclar. Una vez que están seleccionadas las prendas para un segundo uso, se higienizan, se preparan y se envían a las tiendas Koopera Store bajo pedido, o a los Espacios Con Corazón.
Estos procesos, tanto en la nave destinada para ello, como en las tiendas Koopera Store de Oviedo y Gijón, sirven también para crear empleo de inserción. Un ejemplo de esta experiencia es la de Arismelis Cabrera, una joven emigrante cubana, y residente en Asturias. “Cuando llegué a Asturias me fui a la parroquia, buscando ayuda. Intenté conseguir trabajo, pero lo cierto es que no lo lograba porque no tenía títulos acreditados –afirma–. En Cáritas me dijeron que había una plaza en Koopera Store de Oviedo, y me alegré porque trabajar en tiendas era lo que había hecho toda mi vida en Cuba. Me explicaron lo que eran las plazas de inserción, con técnicos de acompañamiento, y cuando me aceptaron me sentí muy ilusionada porque tener una persona que me asesorara, tanto en lo laboral como en lo personal fue muy importante para mí”.
“Desde el principio me sentí muy apoyada –reconoce Arismelis–. Estoy teniendo experiencias muy bonitas, he aprendido muchísimo, todo el mundo me ha ayudado y gracias a la técnica del acompañamiento he podido hacer cursos que sé que me abrirán muchas puertas en el futuro. Estoy muy feliz de poder trabajar allí con un equipo tan grande, y además, la satisfacción de saber que estas ayudando a mucha gente que no tienen posibilidad de comprar ropa en otros lugares, es muy reconfortante”.
