¿Cómo se vive la Navidad dentro de la prisión de Asturias? El capellán de la cárcel y Delegado episcopal de Pastoral Penitenciaria, el sacerdote jesuita José Antonio García Quintana, explica que durante todo este tiempo de Adviento y Navidad se intenta «transmitir un poco de alegría», al tiempo que se hace un esfuerzo mayor de acompañamiento a los internos, para que «este momento de soledad sea más llevadero, porque echan mucho de menos a sus familias, a sus padres, a sus esposos o esposas y a sus hijos».
Aunque el horario es «siempre el mismo», afirma, «la comida en las fechas señaladas se intenta que sea un poco mejor», y tanto los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria o de otras ONG, así como los funcionarios, procuran «animar el ambiente» con «actividades algo distintas como por ejemplo poner belenes en los diferentes módulos, cantar villancicos, y en definitiva, transmitir un poco de alegría». Muchos voluntarios de Pastoral Penitenciaria son catequistas dentro de la prisión, y «en estas fechas, además, han traído para hacer felicitaciones navideñas, para que, en las comunicaciones y las vistas familiares los internos se las puedan entregar a sus familias o incluso también mandarlas por correo». También han estado muy presentes los voluntarios que acuden a animar las celebraciones litúrgicas, algunos de ellos muy jóvenes, «como Jesús, la última incorporación, que tiene 19 años», explica el capellán de la cárcel.
La Pastoral Penitenciaria, que tiene una presencia diaria principalmente a través del capellán, pero también de un grupo de voluntarios cada vez más numeroso, contará en la capilla como todos los años con las celebraciones litúrgicas propias de estos días. «Como todos los años, el día de Nochebuena nos acompañará nuestro Arzobispo, don Jesús, que presidirá las eucaristías de las 11 y las 12 del mediodía, acompañado por más sacerdotes que suelen colaborar con la Pastoral Penitenciaria», afirma García Quintana. «También acudirá un grupo de jóvenes Scouts de la parroquia de San Vicente de Paul, en Gijón, que nos traerá la luz de Belén», explica, «y es que de eso se trata, de que en este tiempo hagamos un poco como Juan el Bautista, ser testigos de la luz, especialmente en estos días de Navidad, contando que la Buena Noticia de Jesús, que se hace hombre como uno de nosotros, también les acompaña a ellos en estos momentos de privación de libertad».
Una Navidad en la que también los presos de otras confesiones religiosas también «se contagian de la alegría», porque «aquí no hay prejuicios especiales y la gente participa y se hermana», reconoce el capellán de la prisión de Asturias. «Obviamente los musulmanes, por ejemplo, no vienen a las celebraciones, pero sí que participan de otras actividades con nosotros, como por ejemplo en algún caso han ayudado a poner el belén. Aquí no hay posiciones muy rígidas», reconoce.