Misión País es un proyecto misionero que nace de la voluntad de estudiantes universitarios católicos de acudir a los diferentes pueblos de toda España y ayudar a sus parroquias en lo que necesiten. En nuestra diócesis han convivido durante una semana con las comunidades parroquiales de las parroquias de El Entrego y de Laviana. Entre ellos, Miguel Chiva, que estuvo en esta última y nos ha contado su experiencia.
¿Cómo era el grupo que acudisteis a Asturias?
Éramos 35 estudiantes de diferentes universidades de Madrid, mayoritariamente de la Universidad Carlos III porque tenemos aquí una asociación católica que se llama Totus Tuus que está formada por 400 estudiantes. Llegamos gracias a este movimiento que comenzó en Chile y que consiste en ir a diferentes pueblos por España y hacer vida con su gente. Contactamos con las parroquias y enseguida nos pusimos a trabajar para sacar esta misión y salió muy bien.
¿Qué actividades realizasteis?
Dormíamos en el colegio de las Claretianas y por las mañana acudíamos a las clases de Religión para compartir ese tiempo con los niños con los que hacíamos mucha vida porque también colaborábamos en el oratorio. Por las tardes, ayudábamos al párroco con los trabajos que tuviese que hacer desde vaciar estanterías, limpiar el campanario… en el colegio también pintamos alguna zona de las instalaciones.
Una actividad bastante más dura fue la de ir puerta por puerta con una imagen de la Virgen Peregrina de Schoenstatt con el propósito de evangelizar y llevar la Palabra de Cristo. Mucha gente no quería hablar, pero había otra mucha que necesitaba ser escuchada. La religión ya no se difunde tanto y por eso se sorprendían de ver a 35 chavales universitarios que dedicaban su semana de vacaciones a estas cosas. Muchas personas nos decían “¡qué alegría traéis!” .
Con las pesrsonas mayores también compartimos mucho tiempo y cada día acudíamos a visitar a los que estaban en la residencia de ancianos. Agradecían mucho ver a tanta gente joven junta y siempre nos decían que volviésemos pronto.
¿Qué diferencias veis entre la vida parroquial en Madrid y la de aquí?
En Madrid es mucho más fácil el tema de los jóvenes. Tienes más opciones como Hakuna, asociaciones como la nuestra, en cada parroquia hay un grupo de jóvenes en el que puedes particiar… Y en ese sentido ves una gran diferencia. Por ejemplo, en Laviana en la catequesis de confirmación eran cinco personas, la más joven de 18 años, en la de comunión eran cuarenta… Son muy pocos y cuanto más pasa el tiempo menos, como nos comentaban.
¿Qué os aporta esta conviencia personalmente?
El objetivo de esta misión, en su parte externa, es ir ayudar al pueblo y hacer vida con ellos, pero en la misión interna a los que participamos nos ayuda mucho también la experiencia. Quienes estuvimos en Asturias comenzamos el viaje sin que la mayoría de nosotros nos conociéramos e hicimos mucho grupo.