La jornada, organizada por la Pastoral Juvenil, se dedicó a los seminaristas mártires con el objetivo de que “los vean como ejemplos actuales y los valoren”
Casi 300 jóvenes de las diferentes parroquias de la diócesis se reunieron en Covadonga el pasado fin de semana con motivo de la marcha que desde Cangas de Onís organiza cada año la Delegación de Pastoral Juvenil.
En esta ocasión estuvieron muy presentes los seminaristas mártires beatificados el pasado mes de marzo con su testimonio de compromiso con Jesús, fe y perdón, y su lema “Siempre fieles”.
“Ellos habían hecho la promesa de ir a Covadonga, no pudieron cumplirla y nosotros vamos ahora ante la Santina a dar gracias por su beatificación. Eran chicos jóvenes que entregaron su vida por la fe y por amor a Jesucristo y la Iglesia hoy los propone como modelos, especialmente para otros jóvenes como ellos. Queremos que a través de esta marcha los conozcan más, que vean que son ejemplos actuales y los valoren” explica Diego Macías, Delegado episcopal de Pastoral Juvenil.
Con esa premisa la jornada comenzó de buena mañana en la parroquia de Cangas de Onís. El sacerdote Andrés Pérez les relató la vida y martirio de los seminaristas, así como el contexto histórico en el que sucedieron los hechos. Como postulador diocesano de la causa de beatificación pudo contarles muchos detalles de su vida, resaltando la valentía y fidelidad a su fe que demostraron hasta el último momento. Los animó también a aprender de ellos porque “fueron capaces de ir a por sus metas en medio de la persecución” añadiendo que “tampoco hoy es fácil seguir la fe, podemos caer en el aburrimiento o en el cansancio, pero si a pesar de todo eso eres capaz de perseverar en tu fe, te hará mucho bien”.
Con toda la información sobre los mártires comenzó la segunda parte de la mañana: las formaciones, en las que distribuidos por grupos más pequeños con un catequista reflexionaron y trabajaron sobre todo lo escuchado durante la charla. A primera hora de la tarde el grupo partió hacia el Santuario. Para muchos de los jóvenes era la primera ocasión que acudían, como el caso de Claudia, Andrea y Ainhoa de la parroquia de Santa Eulalia de Colloto: “Nuestro profesor nos animó a venir porque nos dijo que era muy interesante y nos lo íbamos a pasar muy bien”, expectativas que aseguraban que se estaban cumpliendo. Lo mismo ocurría con Cristina y Laura de la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, de Avilés, que participaban gracias a los monitores de su grupo de scouts. En cambio, para su compañera Paula era ya el sexto: “merece la pena y animo a otros chicos a que vengan porque es una experiencia súper bonita y lo pasas muy bien”. Durante el recorrido se les unió el arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, junto al que llegaron a la zona del Pozón donde fueron recibidos por el abad, Adolfo Mariño, que les dio la bienvenida y resaltó la alegría que para el Santuario y la Santina suponía verles allí: “Sois sus hijos preferidos”. Después de visitar a la Virgen en la Santa Cueva, los jóvenes se reunieron para asistir a la misa en la basílica. En su homilía el arzobispo expresó su “alegría al caminar y bromear con vosotros” en esta marcha que les llevó a un lugar en el que, añadió, “durante siglos el corazón de una Madre ha dado pálpito espiritual a tantos cristianos. Una madre tapa siempre a sus hijos, para arroparlos o protegerlos. Al lado de la Santina, con su manto, podemos reconocernos bien tapados, protegidos y defendidos”. No quiso finalizar sus palabras sin recordar a los beatos mártires: “Hemos cumplido un sueño incumplido y realizado la promesa que ellos no pudieron completar de venir a Covadonga”, para compartir con todos los presentes una de las oraciones que siempre les dirige: “Que nos ayuden desde el cielo para que esos nueve sitios que ellos dejaron en el Seminario queden colmados por chicos a los que Dios llame. Y si lo hace que no lo duden, les estamos esperando”.
Los “jueves vocacionales”
Esta plegaria está muy relacionada con la que unirá a toda la Iglesia el próximo domingo en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Desde la Delegación de Pastoral Juvenil se ha ideado también una propuesta para que las oraciones por las vocaciones formen parte de las celebraciones habituales de la diócesis: “La pretensión es que en la diócesis haya un jueves al mes que sea un jueves vocacional en el sentido de que en todas las eucaristías haya una plegaria especial por todas las vocaciones: vida consagrada, al sacerdocio y también laicales. Se pretende hacer un subsidio litúrgico del que dispongan los sacerdotes para esa eucaristía: oraciones, prefacio etc.… para todo el año. De tal manera que así sea más sencilla de celebrar”, explica el delegado episcopal, Diego Macías.