Este próximo miércoles, a las 19 h en la parroquia de Santa Olaya de Gijón, se celebrará el 75 aniversario de la HOAC en la diócesis. Entrevistamos, con este motivo, a su responsable, Elisa García Gutiérrez
¿Quiénes acudirán a la celebración?
Esperamos que mucha gente. Estaremos presentes el equipo actual de la HOAC que está en la diócesis, antiguos militantes, gente vinculada y simpatizantes, familia. Esperamos reunir a bastante gente sobre todo por recordar, dar gracias y no olvidar lo que la HOAC ha supuesto y sigue suponiendo para nuestras vidas.
¿Cómo son los primeros pasos de la HOAC?
Corría el año 1946, y los obispos españoles decidieron encargarle a Guillermo Rovirosa un movimiento para potenciar la Pastoral Obrera. Él se lanzó por completo, en cuerpo y alma, y lo cierto es que dio la vida por la HOAC, por los militantes obreros, por conseguir la dignificación del mundo obrero y expandir el mensaje de Cristo en todos esos ambientes, con la problemática que acarreaba aquella época.
¿Cómo era Guillermo Rovirosa, hoy en proceso de canonización?
Era una persona con mucho carisma. Ingeniero de formación, provenía de una familia muy humilde. Aunque siempre fue creyente, tuvo su momento de “caída del caballo”, como San Pablo, y digamos que se convirtió “de nuevo”. Afianza su fe como adulto maduro y empieza a desear que la vida de Cristo sea su vida. Trabajó, como digo, toda su vida por la HOAC, dando charlas por toda España, animando a los movimientos obreros. Les daba formación en la fe, y en otras materias también. Él siempre decía que los obreros tenían que saber dar razones de su fe, mejorar como personas, y es que la dignidad de los obreros era su mayor obsesión. Para eso está la HOAC: Cristo quiere que seas tú, en plenitud, y no solo un engranaje más dentro del sistema.
¿Cómo es vuestro trabajo en la diócesis?
Nuestro día a día se ha visto un poco interrumpido por la pandemia. Tenemos reuniones semanales en el equipo. Como formamos parte de la Acción Católica, seguimos esa metodología de Ver, Juzgar y Actuar, y de revisión de vida. Además la HOAC tiene unos materiales propios muy bien elaborados para ir conociendo y profundizando en determinados temas, tanto del ámbito de la fe, teológicos y eclesiales, como políticos o sociales.
Con estos materiales nosotros vamos revisando nuestras vidas también. Por un lado están los proyectos personales de cada uno y luego las acciones más comunitarias, pues la HOAC trabaja en diferentes sectores: inmigrantes, mujer, familia, etc. De vez en cuando hacemos también alguna acción colectiva pública y de difusión.
¿Tenéis relación entre los diferentes grupos de la HOAC de otras diócesis españolas?
Siempre hay mucha relación, especialmente a través de la coordinadora en Madrid, que nos manda materiales. Además con las redes sociales y los grupos de whatsapp es muy sencillo estar al día de lo que hacen en otros lugares. Sí que tenemos, como movimiento, esa sensación de que hay que estar juntos, pues la comunidad es fundamental para apoyarnos.
La HOAC habitualmente tiene relación también con diferentes asociaciones políticas y sociales.
Sí, en nuestro caso, por ejemplo, tenemos un militante que es miembro de un sindicato; otro es miembro de un partido político, y otros están luchando en su asociación de vecinos, por ejemplo. Tenemos muy buena relación con los diferentes grupos y lo cierto es que los planteamientos de la HOAC son muy valorados en el mundo sindical. A nivel institucional, la HOAC en Madrid tiene reuniones periódicas con sindicatos y partidos políticos, porque los planteamientos que hace desde su punto de vista de fe son muy tenidos en cuenta, pues son profundos, están bien hechos y en el fondo persiguen todos lo mismo, la lucha contra las injusticias con las personas trabajadoras.
En plena pandemia, donde el mundo del trabajo ha sido duramente golpeado, y particularmente en Asturias, donde las últimas cifras del paro no son nada positivas, ¿cuál es el mensaje de la HOAC, hoy?
El primer mensaje es de esperanza. Que podamos intentar ser luz, esperanza y apoyo allí donde podamos llegar. Ciertamente la situación laboral está mal. Hay precariedad en todas partes. Hasta el mundo de los funcionarios es precario (interinidad, movilidad obligatoria, etc.) Nadie se libra. Y el problema del paro en Asturias es acuciante, más si encima de parado eres inmigrante, o incluso si eres inmigrante, parado y mujer.
Parece que la HOAC, hablando del movimiento obrero, suena a algo “antiguo”, pero lo cierto es que los vulnerables siguen estando ahí tanto o más presentes que hace 75 años, y sigue siendo necesario trabajar por los más desfavorecidos, seguir poniendo en el centro a la persona y luchando porque las políticas del trabajo tengan a la persona como parte fundamental. Eso es lo que denuncia el Papa Francisco, que la persona debe estar en el centro, y en las relaciones laborales, son lo más importantes. Algo que viene diciendo la HOAC desde hace 75 años.
