«Los niños podemos hacer cosas y ayudar»

Publicado el 11/12/2017
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Pablo A.C. copia

 

Pablo Rodríguez tiene doce años y estudia 1.º de la ESO en el instituto Emilio Alarcos de Gijón.  En su parroquia de la Milagrosa (El Llano) comenzó a colaborar con Acción Católica y hoy dedica mucho de su tiempo libre a ayudar a los demás con un entusiasmo que se contagia y la responsabilidad, a pesar de su corta edad, de  saber que no todos los niños tienen las mismas oportunidades. 

¿Podrías contarnos qué es Acción Católica y cómo comenzaste en ella?
Es nuestro punto de encuentro con Dios, para hablar con Él y conversar con otras personas que tienen la misma religión que nosotros y que quieren cambiar este mundo para mejor. Después de hacer la primera comunión, mi padre me apuntó al campamento de Acción Católica y así fui conociendo más lo que es y de lo que se trata. Al año siguiente decidí volver y meterme en un grupo.
¿Qué actividades desarrolláis  en vuestra sección? 
Los niños de Acción Católica siempre intentamos hacer cada curso una colecta para poder ayudar a una causa. El año pasado preparamos unos torneos para colaborar con un país que se llama Benin. A nuestro campamento vino una señora de Delegación de Misiones de una parroquia de Blimea que nos contó la situación de Benin y vimos que estaban sufriendo necesidades. Nosotros en una de las coordinadoras diocesanas que tenemos decidimos hacer algo para que esos niños tuvieran una educación, igualdad para las niñas… ayudarles un poco. Son casos muy extremos que sufren mucho. 
Cuando nos volvimos a encontrar con ella, y sin que supiese nada de lo que habíamos hecho ni se lo esperase para nada, le dimos todo el dinero que habíamos recaudado. Eran unos 450 € que aquí a lo mejor nos valen para menos cosas, pero allí vale para mucho y nos dio las gracias. 
Nosotros nos reunimos todos los sábados y este año tenemos pensados dos proyectos: uno para ayudar a los niños con cáncer y el otro es repetir los torneos deportivos que tuvieron bastante buena acogida para esta vez poder ayudar a otro país.
¿Qué te aporta pertenecer a Acción Católica?
Hacemos convivencias, encuentros y nos divertimos muchísimo juntos. Empiezas a ver lo que quiere de ti Dios, a lo que te está llamando. Nosotros los niños no podemos hacer mucho, pero sí que podemos hacer cosas como ayudar a un compañero si vemos que se encuentra mal. Nunca vas a pensar en eso hasta que conoces las situaciones en las que se puede llegar a encontrar una persona. 
Por ejemplo cuando te cuentan que un país no hay colegio lo primero que piensas es ¡viva!, pero luego empiezas a pensar que si no hay colegio qué hacen, cómo les tratan, por qué será. Y en esa situación no me gustaría encontrarme nunca. En Acción Católica conocemos muchos testimonios de personas, de niños que lo han pasado mal y dices “yo no pasaría por eso y hay que ayudarles”.  
¿Animarías a otros niños a que participen?
Sí, necesitamos niños en Acción Católica. Cuando les dices que estás en un grupo en la parroquia piensan que es un pelmazo, pero van a cambiar de idea pronto y ver que no es para nada así. Cuando descubres lo que es te das cuenta de  que vale la pena, que ganas mucho como persona. Además conoces a mucha gente y te lo pasas muy bien con ellos; el grupo es una familia más que tienes. 
¿Y de qué manera podrían empezar?
Por el campamento, el primer año no les va a gustar porque tienes que separarte de tus padres, pero el segundo año se van a sentir muy a gusto: todo el mundo les va a ayudar y les va a decir que vayan con ellos. Luego que se metan en un grupo y verán que nosotros sí que es verdad que podemos hacer cosas y ayudar, y que no piensen que es un rollo porque es un momento de divertirse. 
Los momentos de charlas se hacen de forma muy didáctica, en el grupo se razona todo. En mi parroquia el cura es muy buena persona, se porta muy bien con nosotros y nos hace comprender el Evangelio como un juego. Les animaría a que se apunten a los grupos de su parroquia, o que los creen porque hay sitios que no tienen, y cuantos más niños seamos más podemos hacer. 
Como representante de Acción Católica Infancia de Asturias, ¿cuál es tu labor?
Primero me reúno con los representantes de los distintos grupos para llegar a ver qué hay que hacer, cómo ayudar. Esas ideas hay que llevarlas a coordinadoras en Madrid donde me reúno con niños de otras Comunidades Autónomas. Y ver allí a toda esa gente…. Una niña que lo estaba pasando mal a nivel familiar decía que haber ido a aquella coordinadora había sido para ella muy importante y que le había hecho subir. 
Allí estás con tanta gente de diferentes culturas, incluso para cantar una canción, dar palmas, o la cena de productos típicos que conoces cosas que dices no las voy a probar y luego ves que está riquísimo. Es como una familia. Dios quiere que nos queramos y que seamos hermanos y ahí ves que vale la pena querer a los demás y ser hermanos.

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