“Los acogemos con los brazos abiertos”

Publicado el 20/11/2020
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“Los acogemos con los brazos abiertos”

Tres iglesias cobijan a trabajadores que protestan ante la falta de soluciones a los cierres

La pasada semana la parroquia de La Felguera fue el escenario de un encierro, por parte de trabajadores y autónomos de la hostelería y los pequeños comercios, para protestar por la situación actual del gremio, obligados a cerrar a causa de la pandemia, en medio de un compleja situación económica. Fue el primer templo ocupado, pero no el único, pues días más tarde sucedió lo mismo en San Antonio de Padua (Avilés) y este pasado miércoles, en Pola de Laviana. Con este motivo, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, hizo pública una nota el lunes, 16 de noviembre, en el que manifestaba que “los cristianos compartimos y sufrimos todas las consecuencias de la pandemia actual en lo sanitario, lo social, lo laboral y lo económico. Además, también, en lo estrictamente religioso al verse limitadas y trastocadas nuestras celebraciones litúrgicas, nuestra labor catequética e, incluso, nuestro compromiso de asistencia en la caridad, a tantas personas rotas por esta circunstancia del coronavirus”. Recordaba también que “las puertas de la Iglesia no se cierran nunca a quienes sufren por cualquier motivo, y no queremos cerrarlas precisamente cuando más se necesita la ayuda de la fe, el compromiso de la caridad y la fortaleza de la esperanza. Son muchos los que vienen a nuestras iglesias para encontrar lo que necesitan en estos tiempos duros que nos ponen a prueba”. En este sentido, afirmaba que “en nuestra diócesis nos hemos visto sorprendidos por quienes piden una ayuda para reivindicar su precariedad laboral y situación desesperada, las derivas que está teniendo en sus trabajos y establecimientos comerciales esta pandemia. Comprendemos su dolor y tratamos de hacerlo nuestro. Al entrar en un templo parroquial para visibilizar su sufrimiento y expresar sus justas demandas, no seré yo como Arzobispo quien reclame la actuación policial para proceder a un desalojo. No lo haré, como nunca lo hemos hecho en nuestra Iglesia diocesana en otras ocasiones”. Una nota que puede leerse íntegra en la página web de la diócesis (www.iglesiadeasturias.org).

Desde San Pedro de La Felguera, su párroco, José A. Couso Fonteriz, ha manifestado que actualmente “la gente que está encerrada va serenándose, estuvo con los nervios a flor de piel. Su comportamiento es muy digno, y tengo con ellos una relación totalmente cordial y cercana”.

La implicación de los vecinos y amigos con las personas encerradas es también total, como sucede en Avilés. El encargado de la iglesia de San Antonio de Padua en Avilés, el sacerdote Ángel Fernández Llano, señala que “la gente de la parroquia está muy pendiente de ellos porque son conocidos, de pequeños comercios que están viviendo situaciones muy angustiosas. Es una pobreza especial, y he visto cómo alguno incluso lloraba porque no ven perspectivas de futuro”. “Están muy agradecidos –reconoce– a la Iglesia porque les ha abierto las puertas y les hemos dado todas las facilidades posibles para que estén tranquilos. El inicio de su encierro aquí, además, coincidió con la Jornada Mundial de los Pobres, y el Papa lo ha dejado muy claro, hay que tender siempre la mano a los demás”.

Para el párroco de Pola de Laviana, Luis José Fernández Candanedo, “es una suerte poder acompañar a la gente en estos momentos en los que ellos, como trabajadores de la hostelería, lo están pasando tan mal”.

“Tan sólo piden –señala– que les den ayudas ya que tienen que permanecer cerrados por imperativo legal”. “Desde la parroquia –destaca– les acogemos con los brazos abiertos. Es gente muy buena y hay que pensar que cualquiera podría estar en su lugar. Por eso, debemos tener las manos abiertas para ayudarlos y acogerlos”.