Escribe José Luis Alonso Tuñón, Delegado episcopal de Piedad Popular
En pocas ocasiones me costó menos trabajo decir “sí” a una propuesta que en esta ocasión. Se me pidió que escribiera mi vivencia del Encuentro diocesano de Cofradías en Villaviciosa. Fue una gozada de principio al fin. Hay que felicitar, aunque ya lo hice personalmente, a Nicolás, Hermano Mayor de la Cofradía del Nazareno, y a todo su equipo, por la organización y el inmenso interés que demostraron, tanto en la preparación, como posteriormente en el desarrollo de las actividades del día.
Empezamos, como se debe em-pezar: un momento de oración a los pies de Ntra. Sra. de la Oliva en su preciosa Iglesia. Daniel nos ambientó humana y espiritualmente para todo el día. D. Gonzalo, párroco de Villaviciosa y Director Espiritual de la Cofradía, puso el punto de reflexión que nos situó en condiciones óptimas para disfrutar del encuentro en todas las facetas y ocasiones.
A la magnífica organización del encuentro se le presentó una “bendita dificultad”: el gran número de participantes obligó a repartirlos en dos grupos, para alguna de las actividades. La primera: el Sr. Alcalde de Villaviciosa nos recibió en el Ayuntamiento con la cordialidad que le caracteriza, (gracias, Sr. Alcalde) hablándonos sucintamente de la historia y del edificio que nos albergaba. Para recobrar fuerzas fuimos invitados a un café con “acompañamiento”. También en dos grupos. Seguimos al Monasterio de las Hermanas Clarisas, muy queridas en la Villa, donde D. Agustín Hevia Ballina nos habló del “Papel de las Cofradías en la vida de la Iglesia”.
La visita al Museo de la Semana Santa manifestó la fuerza y vivencia que esta tiene desde hace muchos años en Villaviciosa. El Sr. Alcalde resaltó el hecho de que la bandera de Villaviciosa sea de color morado, alusivo al color “Nazareno” de la Villa.
Íbamos camino de concluir el encuentro donde tenía que ser: unidos todos ante el Altar del Señor, celebrando su Palabra y alimentando nuestro compromiso cofrade con la Eucaristía. La ofrenda a la “Portalina” puso el broche de oro a la celebración. Y, como suele ser habitual, “de la Misa a la mesa”, que nos dejó a todos impresionados por el servicio y “lo servido”, en el restaurante de Amandi. ¡Enhorabuena! Aunque la concurrencia fue grande, como queda dicho desde el principio, eso no impidió que se echara de menos a algunas cofradías que no suelen participar en el Encuentro.
Poco a poco, nos fuimos despidiendo con felicitaciones muy sinceras al Hermano Mayor, y en él, a todos los cofrades que fueron los artífices de la jornada. Se anunció la Cofradía que organizará, si Dios quiere, el próximo encuentro. “El Buen Jesús Nazareno” de Luarca. Allí nos encontraremos.
