«La pobreza, con la crisis, vino para quedarse»

Publicado el 30/05/2019
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«La pobreza, con la crisis, vino para quedarse»

Entrevista a Ignacio Alonso Areces, Director de Cáritas Asturias

Acabáis de publicar la memoria de actividades de Cáritas Asturias en el 2018. ¿Qué panorama reflejan los resultados respecto de la pobreza y la necesidad en nuestra región?

El panorama que nos plantea la memoria es que pese a un descenso del número de personas atendidas, las realidades de pobreza y empobrecimiento están ahí y han venido para quedarse. De esas realidades, a nosotros nos preocupan especialmente las familias con menores a su cargo; las personas migrantes sin ningún derecho a la espera del reconocimiento de algún papel o carta de refugiado que les permita volver a la normalidad de su vida; las personas mayores, sobre todo en el medio rural; el retroceso que conlleva la renovación en el salario social; la falta de comunicación entre la base de datos del paro y la base de datos del salario social que lleva que, en este trámite, una familia puede estar sin ninguna ayuda entre seis meses y un año. Estas son las líneas que nos preocupan especialmente.

¿Cuál es el perfil mayoritario de las familias que acuden a Cáritas Asturias?

Son familias con menores a su cargo. Se habla por ahí de la pobreza infantil, pero la pobreza infantil es la pobreza de las familias: que una familia no tenga para pagar la calefacción o tener un nivel de calor adecuado en su casa, que no pueda mantener una comida saludable y regular para sus hijos es un tema grave. Y son familias que, pese al importante crecimiento del salario social y de la agilidad en el primer trámite, cualquier circunstancia como una enfermedad, una avería de un electrodoméstico o una crisis en otro ámbito de la familia provoca que tengan que acudir a Cáritas como último recurso.

¿Qué problemas tienen especialmente estas familias?

En general, la ayuda es insuficiente. Cuando se produce una situación de crisis determinada tienen que acudir a Cáritas, porque ya están a lo mejor recibiendo el máximo de ayudas y no tienen derecho a más. Por otro lado, las ayudas de emerg encias de algunos ayuntamientos son puntuales y no cubren todas esas necesidades, y son lentas. En Cáritas somos un poco más ágiles que la Administración pública en la atención a las personas, como bien saben los equipos, y aprovecho aquí para dar las gracias a ese gran numero de voluntarios que, con el apoyo de los trabajadores, realizan la primera acogida. Ellos son quienes ponen el rostro y el corazón de Cáritas a las personas que están en dificultad.

Nosotros hemos atendido a 5.130 familias en este año y hay un dato que yo quisiera resaltar. Son menos que las de el año pasado, pero hemos atendido a 1.967 familias por primera vez, un porcentaje de un 8% mayor que el año pasado. Es decir, que 1.967 familias se han encontrado en 2018 en Asturias en una situación de desesperación, de no poder tener elementos para subsistir y no tener más remedio que acudir a Cáritas.

¿Qué circunstancias se tienen que dar para que una familia o particular pueda dejar de necesitar la ayuda de Cáritas y volver a su vida normalizada?

La situación es porque han en-contrado un empleo digno. Porque la ayuda del salario social –incluso teniendo hijos a cargo– es una cantidad que puede parecer razonable: sobre unos 700 euros, sin embargo, ante una situación de crisis no es suficiente.

Tenemos un número importante de familias que, aún teniendo un ingreso en casa, necesita de la ayuda de Cáritas en momentos puntuales. Lo cual nos habla de la precariedad en el empleo. Cuántos querrían hoy tener un salario “mileurista”. Los contratos temporales y los salarios muy bajos no permiten salir a las personas de la exclusión.

¿Cuáles son aquellas situaciones prioritarias a la hora de destinar los recursos?

La primera ayuda y la más significativa es para alimentación: ahí atendemos un número importante de familias; luego el mantenimiento del hogar: pago de recibos de la luz, últimos pagos de hipotecas, etc.; también tenemos ayudas de formación o trámites administrativos, etc.

¿Qué proyectos son aquellos en los que más recursos se invierten? 

Después de la primera acogida en la Cáritas parroquial, que es la ayuda más significativa, el siguiente bloque es la ayuda de las personas sin hogar. Además de los albergues, mantenemos una Red de Hogares que abarca en estos momentos diecisiete pisos o apartamentos, para ir reintegrando a las personas que están sin hogar, que puedan ser autónomas, tener un trabajo y una vivienda digna. Son viviendas semituteladas que hemos recibido como donaciones de órdenes religiosas, de la diócesis o herencias, y que en estos momentos albergan a 57 personas, en Oviedo, Gijón y Avilés.

¿Cuáles son los medios principales por los cuales se financia Cáritas Asturias?

Nuestras fuentes son las colectas parroquiales y la comunicación cristiana de bienes, que va mejorando, haciéndonos solidarios unos con otros. Hay mucha gente que forma parte de Cáritas siendo socio o donante. En este último año, además, también hemos tenido aportación de legados, herencias, que han sido una ayuda muy significativa.

Desde luego es importante la figura de los socios, puesto que  las cantidades fijas que aportan al mes nos permiten programar y saber lo que podemos mantener o no. Hay muchas formas de ser parte de Cáritas, siendo socio o donante puntual, donando tu propio tiempo, acordándose en las últimas voluntades, colaborando en misa.

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