«La información más relevante del Santo Sudario se encuentra en el propio lienzo»

Publicado el 24/05/2024
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«La información más relevante del Santo Sudario se encuentra en el propio lienzo»

Este viernes, 24 de mayo, se clausuraba en el Hotel Reconquista de Oviedo el Curso Interdisciplinar «El Sudario de Oviedo y el Origen del Camino de Santiago». Un curso dirigido por Guillermo Heras Moreno y Ángel Jiménez Lacave y auspiciado por la Asociación Sudario de Oviedo, el Cabildo de la Catedral y el Centro Español de Sindonología. Durante dos días, jueves y viernes, un buen número de expertos han analizado desde múltiples enfoques las investigaciones que se han llevado a cabo en el Santo Sudario, así como la historia de las peregrinaciones a Oviedo y a Santiago de Compostela, la historia y vicisitudes de las reliquias de Oriente y su relación con España y también las raíces históricas y bíblicas de los lienzos del sepulcro, una conferencia, esta última, que corrió a cargo del sacerdote diocesano Constantino Bada Prendes.

Guillermo Heras

Tal y como señala la historia, en el año 1075 se abrió por primera vez el Arca Santa de la Catedral de Oviedo y las reliquias que contenía se registraron en un Acta. En concreto, una de las reliquias fue etiquetada como Sudarium Domini, y desde entonces el lienzo ha sido venerado como una reliquia, aunque no se tenían datos sobre su autenticidad. En el año 1965 Mons. Giulio Ricci, estudioso de la Síndone de Turín, vino a Oviedo al enterarse de que, en la Catedral, se veneraba una reliquia conocida como Sudarium Domini y, tras inspeccionar el lienzo, recomendó su estudio porque tal y como él mismo afirmó «podría tratarse, por su tamaño y manchas, del auténtico Soudarion» que cubrió la cara de Cristo tras su muerte, según cita el Apóstol Juan en su Evangelio.

Años más tarde, en 1969, se puso en marcha un equipo de investigación (el Centro de Investigación del Centro Español de Sindonología, EDICES), con el apoyo del Cabildo de la Catedral y del Centro Español de Sindonología de Valencia. Los resultados de estas primeras investigaciones se presentaron en el I Congreso Internacional sobre el Sudario celebrado en Oviedo en el año 1994. Treinta años más tarde, se ha decidido convocar de nuevo un encuentro en el que mostrar los avances que se han llevado a cabo, las múltiples disciplinas que se han volcado sobre este lienzo y recordar que aún quedan muchas incógnitas sobre él. Unas incógnitas cuyas respuestas, según Guillermo Heras, ingeniero, abogado y uno de los directores del Curso, «se encuentran en el lienzo». «De allí sale –reitera– la información más relevante. Y a mí me interesa investigarlo, personalmente, porque no veo cómo se falsifica una cosa que no se sabe lo que es. Aquí hay dos confusiones y esas dos confusiones ejercen, en mi opinión, de garantía de autenticidad de este lienzo. La primera: se llama Sudarium Domini. Sudarium en castellano significa mortaja. Una mortaja es una vestimenta con la cual se viste un cadáver para enterrarlo. Pues este lienzo no es una mortaja. Segundo, nosotros no hemos sido capaces de encontrar en casi 40 años de investigaciones, descripción alguna de cómo se utilizó ese Sudarium Domini. Si no, sabemos cómo se utilizó, y si este lienzo llamado Sudario no es un Sudario… ¿Qué es aquí lo relevante? La información que contiene el propio lienzo. Y esa es la que hay que encajar».

«Esto no tiene absolutamente nada que ver con la fe –recalca–. Este es un tema arqueológico e histórico. Lo que ocurre, claro, es que el nombre de Jesús de Nazaret no es el de Pepe López. Por eso, automáticamente tiene otras connotaciones. No sabemos lo que es, pero lo que sí que sabemos es que tiene sangre y todo eso está documentado. Hay que seguir estudiando».