Al comienzo de este nuevo curso escolar, tuvimos el privilegio de contar con Teresa Suárez del Villar, dentro de la Semana diocesana de formación, para introducirnos en la “Belleza de la sexualidad”. Y es este, un tema en el que se necesita profundizar y recuperar su significado antropológico. Todos tenemos una vocación al amor: amar y ser amados. Pero, ¿cómo alcanzar ese ideal? Esta es la cuestión que trató profundamente Teresa como terapeuta y sexóloga. No sólo habló desde un plano teórico, sino que dio claves realmente válidas para vivir la comunicación en el matrimonio dando importancia a los gestos y explicando la dinámica del deseo que permita vivir el matrimonio en plenitud y para siempre. Qué necesario es tener personas que vivan esto con audacia y alegría porque será un camino hacia la esperanza para que otros puedan descubrir que es posible vivir el amor verdadero.
También habló extensamente de la importancia que tiene la educación afectivo-sexual en el proceso madurativo de las personas, siendo ésta una urgencia educativa que los jóvenes deben conocer a través de los programas que se están ofertando desde el Centro de Orientación Familiar (COF) de nuestra diócesis.
En la actualidad está habiendo una gran desorientación en el tema afectivo-sexual dentro de nuestra sociedad y en particular dentro de las familias. No se sabe responder a las preguntas que les surgen a los jóvenes de manera adecuada. Por ello, es necesario facilitar un acompañamiento acertado desde la escuela y la parroquia. De hecho, el equipo de formación del COF de Asturias hemos empezado a impartir varios talleres de Educación Afectivo Sexual en varias parroquias del arciprestazgo de Oviedo.
Ya lo decía Albert Einstein en el siglo pasado, que hay una fuerza muy poderosa: ésta es el amor. Vivir desde él, te abre un horizonte nuevo en el que pasas a ver la vida de blanco y negro a todo color. Este dinamismo te hace capaz de transformar tu vida y tus relaciones haciéndote más libre y más humano. En definitiva, da a tu vida un sentido que te hace verdaderamente feliz.
Finalmente, quiero animar a todo el mundo a vivir esta revolución que cantaban los Beatles allá por el año 1967: All you need is love.
