Este fin de semana la Iglesia en Asturias celebra el Día de la Misión diocesana. Y lo hace anunciando una importante noticia, y es que a partir de ahora, la misión asturiana que durante 32 años ha estado ubicada en la población de Bembereké, en Benín, se trasladará un poco más al norte del país, a tan sólo 25 km, en la zona llamada Gamia.
Efectivamente, desde 1986, la diócesis cuenta con una misión dirigida por sacerdotes asturianos en Bembereké, diócesis de N’Dali (Benín). En ese territorio, que acoge a unos 20.000 habitantes, se ha desarrollado una intensa labor pastoral, social y educativa. A lo largo de estos años se han levantado nuevas iglesias y capillas, pero también se ha trabajado, junto con las dos comunidades de religiosas y la de frailes asentados en la zona, en la promoción de la mujer, en la educación –construyendo escuelas y sosteniendo el internado que acoge a unos 60 jóvenes y que se encuentra dentro de la misión–, y en el ámbito de la sanidad se han edificado dispensarios médicos y pozos. En los últimos años han pasado por Bembereké los diáconos recién ordenados y diferentes sacerdotes asturianos han acudido a prestar su ayuda puntual. El propio Mons. Jesús Sanz ha visitado la misión en diversas ocasiones. Él mismo reconoce, en la carta que ha escrito con motivo del Día de la Misión diocesana, que «He podido visitar varias veces nuestra misión y es encomiable la labor que nuestros misioneros han realizado en todos los sentidos entre aquella gente maravillosa. El Obispo de N’Dali, Mons. Martin, está agradecido a nuestra Iglesia asturiana, pero también nosotros estamos agradecidos a Dios por esta gracia que supone poder compartir con los hermanos los dones que a nosotros se nos conceden: es la comunión de bienes».
Tras estos años, en los que se han llegado a constituir hasta 36 comunidades cristianas en Bembereké, Mons. Martin, Obispo de N’Dali, ha pedido a nuestro Arzobispo, Mons. Jesús Sanz, que la diócesis continúe su misión en la zona llamada Gamia. El complejo parroquial de Bembereké podrá ser atendido por el joven clero local y el importante equipo de catequistas que se han venido formando durante todos estos años.
De esta manera, la diócesis pasará a responsabilizarse a partir de ahora de manera plena de la parroquia de Gamia. La labor allí continuará atendida por el sacerdote Antonio Herrero, al que se le unirá el próximo mes de noviembre César Borbolla, tras la marcha del sacerdote Alejandro Rodríguez Catalina, quien a partir de septiembre se hará cargo de la Unidad Pastoral de Luanco. «Seguiremos a disposición de esta Iglesia hermana con la que estamos comprometidos –ha afirmado Mons. Jesús Sanz en su carta–. Allí estará ubicada la comunidad de sacerdotes diocesanos asturianos, la ayuda puntual de los diáconos, y desde allí se desarrollará, a través de las trochas de la selva, la atención a todas las pequeñas comunidades y capillas que podremos atender y acompañar. Seguiremos apoyando con nuestra oración, nuestros donativos y nuestra disponibilidad personal esa parte de la Iglesia universal con la que nos sentimos particularmente hermanados».
Carta de Mons. Jesús Sanz con motivo del Día de la Misión Diocesana
