A causa de la pandemia, había cambiado la dinámica y también el lugar de trabajo. Este año, el Encuentro Anual de Programación regresó a Covadonga el pasado domingo, donde siempre había tenido lugar desde que dieron comienzo estas reuniones, hace ya seis años. “Quisimos volver a los orígenes –explica el Vicario de Pastoral, Antonio Vázquez– y por eso acudimos a Covadonga con la dinámica de un encuentro del domingo por la noche y el lunes todo el día de trabajo”.
El Encuentro de Programación anual tiene como objetivo revisar el curso que acaba de finalizar y marcar nuevos objetivos para el siguiente. En él participa el Arzobispo, Mons. Jesús Sanz, los Vicarios, los Arciprestes, los Delegados episcopales y la permanente del Consejo Pastoral diocesano para que, de esa manera, estén representadas todas las realidades eclesiales de nuestra diócesis.
Comenzó en la misma tarde-noche del domingo, con la cena y una oración en la Santa Cueva, “para pedirle a la Santina que intercediera por los trabajos que íbamos a comenzar –afirma el Vicario de Pastoral–. Fue un momento muy hermoso –subraya–, a las diez de la noche, orbayando, con la oscuridad de la noche y tan solo la luz de la Cueva, pidiéndole al Señor que nos iluminase”.
El lunes comenzó con el rezo de Laudes y la eucaristía, y transcurrió con diferentes sesiones de trabajo en grupos y exposiciones por parte del Delegado episcopal de Catequesis, Manuel Alonso; del Delegado episcopal de Juventud, Manuel Viego, y del Delegado episcopal de Pastoral Vocacional, que es Sergio Martínez, aunque en su lugar acudió el Vicerrector del Seminario, Jesús Moreno.
Ellos tres fueron los encargados de exponer sus propuestas para el curso que viene, ya que serán los temas fundamentales a profundizar y desarrollar en los próximos meses: la Catequesis y todo lo que ello conlleva –los niños, las familias, el acompañamiento, etc.– los jóvenes y la Pastoral vocacional. “Creíamos que eran realidades a las que era necesario volver. La diócesis, durante décadas, ha abordado muchas veces este tema, pero las realidades van cambiando y nosotros tenemos que dar un nuevo impulso y por eso las tenemos presentes como objetivos para el curso que viene”, explica Antonio Vázquez. Los asistentes, a su vez, debieron trabajar respondiendo a las preguntas “¿Qué puedo aportar yo para darle vida y cuerpo a este proyecto a lo largo del año?” y “¿Qué tiene que tener este proyecto para sentirme yo reflejado?”.
“Lo que pretendemos –señala el Vicario de Pastoral, Antonio Vázquez– es que Delegados, Arciprestes y Vicarios tengamos estos temas como objetivos prioritarios en el próximo curso que comenzará en septiembre, y que veamos qué y cómo podemos aportar desde nuestra realidad. Todos estamos involucrados en estas acciones, cada uno desde su lugar y ámbito de acción”.