Alrededor de cincuenta expertos están participando en el Encuentro Anual de la Sociedad Mariológica Española (SME), que se ha inaugurado hoy en el Santuario de Covadonga, con la presencia del Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en pleno Año Jubilar Mariano del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga.
El tema elegido para los trabajos y exposiciones de este año ha sido “La via pulchritudinis y el misterio de María”, algo que, tal y como afirmaba el Presidente de la SME, Mons. Juan Miguel Ferrer Grenesche, “venía casi impuesto por el lugar escogido para el encuentro y la referencia a la belleza de Dios impresa en su creación y en su obra salvadora y redentora para con nosotros”.
El encuentro, como es habitual en la SME, sigue un esquema multidisciplinar, pues entre sus miembros se encuentran expertos teólogos, patrólogos, historiadores, filósofos o antropólogos, y desde esas diversas disciplinas se abordan los temas elegidos cada año.
“Seguiremos el mismo esquema de trabajo de siempre –señaló el Presidente de la SME– y podremos compartir una muy interesante reflexión sobre María y este camino de la belleza que ha estado siempre presente en la tradición bíblica y cristiana que el mismo Dios ha utilizado en su obra de Salvación. La vía pulchritudinis adquiere en este momento presente una relevancia excepcional: los últimos Pontífices han insistido en este sentido, y la Teología contemporánea ha descubierto la riqueza y vitalidad que puede tener este concepto. Después de esta semana –afirmó– veremos que aquí no solo haremos una Teología seria y científica, buscando el apoyo en las fuentes, sino que también se verá una Teología alejada de la tentación del puro intelectualismo o pura teoría, y es que esta perspectiva, unida al estudio de la persona de la Virgen María, nos ayuda a descubrir que en la entraña de la Teología está el conocimiento de las cosas y de Dios, pero al modo en que Dios es, lo cual supone una gracia para la vida del cristiano, y es una propuesta hermosa y atractiva que da respuesta a la problemática del hombre de hoy. Y es que no podemos estar ajenos a la problemática de la Iglesia en estos tiempos, y sufrimos particularmente este dolor de sus pecados, pero en medio de esa realidad que muestra la fealdad que el pecado del hombre pone en todas las coas que toca, nuestra esperanza se apoya, si cabe con más fuerza, y se llena de solidez al contemplar a Dios y, singularmente, al contemplar a la Virgen María”.
En el acto de presentación, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, recordó que Covadonga es ese “rincón bendito en el que vertemos nuestras plegarias que dan gracias por tantas cosas recibidas o piden gracia para tantas cosas. La Virgen nos recuerda dónde está nuestro camino de vuelta. En este Año Jubilar que estamos celebrando hemos vivido todo un programa de celebraciones litúrgicas, peregrinaciones populares, acontecimientos culturales, proyecciones misioneras y compromisos sociales en la caridad cristiana que están llenando el Jubileo Mariano de gracia. Por eso –afirmó Mons. Sanz– ha sido un regalo poder dar cabida a esta cita anual que la Sociedad Mariológica organiza. Deseamos de corazón una feliz y fecunda estancia en este lugar tan significativo en este lugar dedicado a la Virgen en nuestro suelo patrio. La belleza es el escenario que enmarca este lugar que representa Covadonga, y es también un atributo de María, pues Ella es la Madre del Amor Hermoso”.
