La Novena a Nuestra Señora de Covadonga 2022 presenta un repunte de asistentes que la vuelve a situar en cifras previas a la pandemia. Este año, además, el novenario cuenta con el mismo esquema de siempre: regresa la procesión al finalizar la eucaristía diaria en la Basílica, con la imagen de la Virgen hasta la Santa Cueva y se retoma de nuevo la tradición del Ramo, el día de la fiesta de la Santina. Hablamos con el Abad del Santuario, Adolfo Mariño
¿Cómo están siendo los comienzos de la Novena?
Estamos impresionados. El primer día de la Novena calculamos que había 1.500 personas; más de treinta autocares, con lo cual igual me quedo corto. La gente tenía ganas de llegar a Covadonga después de la pandemia y ha habido un repunte tremendo. Estamos muy contentos, muy emocionados de recibir a tanta gente y a tantos sacerdotes. La Novena culmina como todos los años con la Peregrinación de los Jóvenes la víspera de la Santina y con esa hermosa Vigilia de la que vamos a participar y esperamos con mucha ilusión.
Este año además se recupera la procesión con la imagen de la Virgen de Covadonga hasta la Santa Cueva, es un momento muy especial después de dos años.
Efectivamente, es un momento muy emocionante porque vamos rezando el Rosario y vamos desgranando no solamente los Misterios, sino también los misterios de nuestro interior después de estos años de no poder asistir, porque en el corazón de los peregrinos siempre traemos muchas cosas a la Madre de Dios y se las ponemos a sus pies.
¿Por qué este año el lema“A Jesús por María?”
Este año coincide con el Año Santo compostelano; año de peregrinación, y la primera peregrina ha sido María. Así, recogemos desde los inicios del sí de María hasta su Asunción a los cielos, pasando por la Cruz, por la huida a Egipto, por la familia, por el encuentro con el prójimo como María fue a su prima Isabel. Por eso lo hemos querido relacionar: María es el camino, el peregrinaje que nos lleva a su hijo Jesucristo que es, en definitiva, la función de María. “A Jesús por María”.
La Novena termina como siempre con la fiesta de Ntra. Sra. de Covadonga el día 8 de septiembre, Día de Asturias, y este año recuperando la tradición del Ramo.
Eso es, la tradición del Ramo desgraciadamente hace dos años que no la hemos podido hacer por la pandemia, y ya la teníamos apalabrada con el Ayuntamiento de Tapia de Casariego cuya ofrenda hemos retomado ahora y la van a hacer ellos ese día. Es un momento también entrañable, es el momento en que un concejo abre su corazón ante la Madre de Dios y le dice cosas bonitas, y eso es muy emocionante.
Estaba comentando que estaba impresionado por la afluencia de gente en estos primeros días de la Novena. ¿Cómo ha sido el verano en cuanto a los visitantes y peregrinos?
El verano lo cierto es que se ha adelantó a la Semana Santa. Es decir, desde Semana Santa hasta el día de hoy, han sido miles y miles de personas las que han venido a Covadonga. Este el sexto verano que estoy aquí y nunca he visto Covadonga como este año y además con un perfil de gente muy joven.
Como todos sabemos, en Asturias el mes de septiembre es muy nuestro, viene juventud pero también viene gente mayor de nuestras parroquias a la Novena y todo el mes, pero sin embargo en estos meses han sido grupos y grupos de estudiantes los que han venido celebrando el fin de curso, el fin de carrera; matrimonios muy jóvenes con niños… Ha sido algo precioso, y si todos los años hay un millón seiscientas mil personas me aventuro a decir que este año van a pasar más de dos millones, por el Santuario.
Otra de las presencias constantes en los veranos en el Santuario son los voluntarios, he visto que hay voluntarios especiales para esta Novena, son jóvenes además ¿Cómo llegan hasta allí y cuál es su cometido?
Nosotros hemos querido que este año hubiera dos perfiles de voluntarios: por un lado, seminaristas de España; han venido desde Navarra, Vitoria, Alcalá de Henares, Sevilla y nuestros por supuesto; y ahora, en el inicio de la Novena, tenemos voluntarios de nuestras comunidades parroquiales. Son trece, chicos y chicas, con mucha disponibilidad y que están trabajando muy bien, y no hacemos mucha propagando de ello, es decir que son ellos mismos los que nos llaman y ofrecen su disponibilidad y así es, así ha sido y así será; es una riqueza y una gran ayuda, nosotros sin ellos no podríamos dar un paso en el verano.
También es toda una experiencia para ellos, tanto para los seminaristas como para los jóvenes que se acercan al Santuario buscando ayudar.
Efectivamente, porque no solamente nos ayudan si no que celebran su fe con nosotros. Por la mañana ya tenemos Laudes con la Santa Misa después tenemos la novedad de una capilla con la exposición del Santísimo que por turnos vamos allí y estamos el tiempo que necesitemos, ellos también; por la tarde tenemos el Rosario y al final las Vísperas que también rezamos juntos, y lógicamente las comidas en común ellos, nosotros no podemos porque tenemos otras tareas, pero es una convivencia no solamente de trabajo, no solamente de encuentro entre ellos, es una convivencia también con los canónigos y por supuesto con el Señor y con la Santina porque nosotros respetamos mucho esto, el cuerpo hay que alimentarlo con los alimentos si no que además hay que alimentar el espíritu, y el espíritu lo alimentamos con la oración, con la practica de los sacramentos de la Confesión y la Santa Misa.
¿Cómo se presenta el curso que está comenzando?
Se presenta con esperanza, porque un sacerdote, una religiosa o un laico que vive aquí en Covadonga tiene que vivir de la esperanza como vivió María. Además, tenemos unos cuantos retos para este curso. Por un lado, estamos con la Escolanía que ahora empieza con un pequeño repunte y ahí tenemos un proyecto interesante, y unos cuantos más, por ejemplo todo el tema del mes de mayo querríamos dedicarlo a los enfermos y a los ancianos, están los Ejercicios Espirituales; es decir, tenemos por delante una serie de actividades que llevar a cabo.
