Entrevista a Elsa Suárez, nueva Directora de Cáritas Asturias: «La vivienda es uno de los problemas más acuciantes»

Publicado el 29/07/2022
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Entrevista a Elsa Suárez, nueva Directora de Cáritas Asturias: «La vivienda es uno de los problemas más acuciantes»

Elsa, tu nombramiento se hacía público el pasado 13 de julio, junto con el del nuevo Delegado episcopal, cargo que recaía en el sacerdote y canónigo de la Catedral José María Hevia. ¿Cómo afrontas esta nueva responsabilidad?
Con bastante ilusión y con esperanza. Soy una persona a la que le gustan los retos, las novedades y, aunque hasta ahora estaba muy bien donde estaba, pienso que esto es un esfuerzo más que se me pide y también una oportunidad, así que con esperanza y con ilusión.

Eres química de profesión, ya jubilada, pero además de una intensa vida profesional, desde el año 2013 eres voluntaria de Cáritas. Comenzaste en el programa de Empleo, ¿qué fue lo que te llevó a Cáritas? 
Llegué por un grupo de oración en el que estaba participando, de las religiosas Esclavas, en Oviedo. Parece que en la vida llega un momento en el que tienes tiempo y necesitas dar de lo que tanto has recibido tú. Un día lo vi claro y pedí que me incorporaran como voluntaria allá donde vieran que había necesidad. En aquel momento fue en el programa de Empleo y ahí empezó.

Tu última responsabilidad, siempre como voluntaria, al igual que ahora como directora, fue coordinadora de la Cáritas arciprestal de Oviedo, eso te daría una visión amplia de la labor que hace Cáritas en este territorio.
Efectivamente, aunque la sede está en el mismo sitio donde yo desempeñaba las tareas de empleo, me dio cierto vértigo porque pasaba de hacer encuestas a las personas que se acercaban a nosotros con ánimo de encontrar un trabajo, a coordinar a más de veinte parroquias y UP que tiene el Arzobispado en Oviedo. Recuerdo que en aquel momento me dije: “Hay que empezar. Es distinto, no es lo mismo, pero sí que hay otro servicio por hacer”. Y me gustó también porque conocí distintas áreas de Cáritas, antes estaba más centrada en el área de empleo pero luego ya fui conociendo programas, proyectos, a más personas y fue mucho más gratificante.

Septiembre será la fecha de comienzo de todas las actividades, ¿cuáles son aquellas que en estos momentos veis más urgentes y necesarios?
Necesarias hay muchas. Tenemos bastantes temas abiertos y todo lo que es el acompañamiento es primordial siempre, eso siempre hay que potenciarlo y seguir. Hay que retomarlo después del verano porque desgraciadamente la cosa irá en aumento. Tenemos muy pendiente seguir incidiendo y aportando ayudas en el tema vivienda, necesario para que la gente pueda integrarse en la sociedad. No se puede estar buscando trabajo, y criando unos hijos sin tener un hogar. Por eso creemos que el tema de vivienda es uno de los temas fuertes. También está la cuestión de los voluntarios jóvenes, que estamos arrancando con ellos. Son partes de las cosas que más claras tenemos ahora y en las que yo me quiero centrar para empezar.

Ciertamente, a raíz de la pandemia sucedió que muchos de los voluntarios de Cáritas, que la mayoría cuentan con una edad avanzada, tuvieron que dejar de asistir a las actividades. ¿Cómo está la situación ahora?
Sí, por desgracia la pandemia afectó a los sectores de edad más altos y nuestro voluntariado tiene muchas personas en ese rango de edad. Tuvieron que recluirse con mucho pesar para ellos, ya están reincorporándose pero algunos aún tienen recelo y otros lo dejaron. Y estamos buscando jóvenes. Siempre lo hicimos, pero ahora más. Sobre todo en los colegios, en los últimos cursos de la ESO y en Bachiller. Les informamos y lo cierto es que estamos teniendo bastantes «asociados» –si se puede decir así, más que voluntarios, ya  que aún no lo son–, y tenemos varios animados a incorporarse. Creemos que tenemos una pequeña cantera y se puede hacer mucho con ellos, combinando con los mayores. Nunca sustituyéndolos, porque creemos que se puede compensar la sabiduría y experiencia de unos con la creatividad e innovación de los jóvenes.

Este verano después de la pandemia estamos todos un poco más relajados pero hay muchas probabilidades de que nos espere un invierno difícil, con las subidas de precios, con una guerra que no acaba y de la que no conocemos todas las consecuencias que nos va a deparar. ¿Cómo están las familias que atendéis desde Cáritas? ¿Se acusan ya todos estos problemas?
Sí, la verdad es que ya se acusan. Al principio parecía que no, pero ahora vemos que estábamos viviendo una situación ficticia; ahora cada vez se nota más. Sobre todo en el tema vivienda, la gente que no llega a pagar los alquileres, alquileres abusivos o gente que vive en infraviviendas. Vemos también el problema de personas que no pueden acceder a la alimentación. Son situaciones muy tristes para ellos. Se están acercando a nosotros con angustia, desesperación y con pena. Intentamos acompañarles y ayudarles.

Dadas las circunstancias, ¿contempláis, de cara al invierno, ayudas extra?
Tenemos ya una ayuda extra para vivienda, abierta desde hace unos meses, porque es donde notamos más la necesidad. Antes no había tanto pero ahora se ve que ese recurso es importante y se va a mantener. Y si hace falta se estudiará seguir con él, porque la vivienda forma parte del desarrollo integral de la persona. Una persona tiene que estar en una comunidad, es muy importante para las personas sentirse en su hogar y formar parte de un todo como cualquiera de nosotros.

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