El Seminario Metropolitano ha acogido estos pasados lunes y martes, 5 y 6 de julio, el Encuentro de Programación Diocesana de este curso. Una cita que desde hace unos años venía llevándose a cabo en la Casa de Ejercicios del Santuario de Covadonga, y que el año pasado tuvo que suspenderse a causa de la pandemia.
Delegados episcopales, Arciprestes y Vicarios, acompañados por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, revisaron durante estos dos días las aportaciones que se habían hecho previamente sobre el trabajo del curso pasado, las actividades que estaban programadas y que habían quedado sin realizar, y con la presencia del Director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, Luis Manuel Romero Sánchez, se analizaron los cuatro itinerarios que se propusieron en el Congreso de Laicos «Pueblo de Dios en Salida» del pasado mes de febrero de 2020, como el camino a seguir para el curso que viene.
«En estos momentos tan especiales estamos invitados a saber leer los signos de los tiempos –recordó el ponente–. Preguntarnos cómo está presente el Señor y cómo está siendo nuestra respuesta ante la llamada que Él nos hace para evangelizar». «Ante la programación diocesana del curso que viene –dijo– ¿qué pretendemos?: Evangelizar, que la gente se encuentre con Jesucristo. Pues hay que buscar cómo dar respuesta a ello en este momento actual, también marcado por la pandemia. Leer con seriedad los signos de los tiempos nos lleva a discernir nuestra realidad y responder aquí y ahora a los nuevos desafíos pastorales. Es la hora del discernimiento, y no de quedarnos en bellos propósitos y buenas intenciones, ni tampoco de dejarnos llevar por posturas catastrofistas, otra vez lo mismo, somos pocos, hay escasez de vocaciones, la gente es cada vez más mayor. El discernimiento ha de hacerse con esperanza, porque Dios está ahí ya, actuando».
El Congreso Pueblo de Dios en Salida comenzó teniendo como principales destinatarios a los laicos, pero finalizó dirigiéndose a toda la Iglesia, ya que los cuatro itinerarios propuestos en él «pueden iluminar toda la Iglesia en España, no son sólo un referente para el laicado», destacó Luis Manuel Romero Sánchez.
Los cuatro itinerarios son «El Primer Anuncio»; «El Acompañamiento»; «Los Procesos Formativos» y «La Presencia en la Vida Pública». Todos ellos son, en definitiva, una «herramienta pastoral para toda la Iglesia», tal y como los definió el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz. «Porque –afirmó– toda tierra es de misión, sobre todo en un mundo que es neopagano, postcristiano y empieza a ser ahora postsecularizado. Lo cual nos reclama una creatividad, una audacia y un ardor misionero para recoger demasiados juguetes rotos; tenemos que estar a la altura ahora del regreso de aquellas personas que habiendo estado, se marcharon; de la gente que nunca entró, y también de la gente que sigue estando presente en la comunidad cristiana». Algo que nos exige un «acompañamiento, un cuidarnos unos a otros», porque «la intemperie, y a veces la batalla, deja heridas y desánimo», afirmó el Arzobispo hablando sobre los cuatro itinerarios. «El acompañamiento es necesario para construir algo, no sobre un mundo líquido, sino con la solidez del fundamento evangélico». De los procesos formativos, el Arzobispo de Oviedo recordó que la «formación permanente es la pauta que hemos elegido», donde han de estar presentes «todas las opciones: Dios, el mundo y el hermano». Además, hablando sobre el cuatro itinerario, la Presencia en la Vida Pública, manifestó que la Iglesia «ha de estar presente en esta sociedad plural, a veces también peleona, hostil y beligerante. No somos cristianos anónimos, sino testigos, y por tanto tenemos que exponer con sencillez y humildad lo que hemos encontrado, porque ese es el anuncio que queremos hacer».
«Estos cuatro itinerarios también articulan el Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española, y es algo que se está llevando a cabo también en las programaciones pastorales de otras diócesis de España» recordó el ponente que estuvo presente en el Encuentro, Luis Manuel Romero. «Me alegra que en Asturias se esté trabajando sobre estos cuatro itinearios –recordó–, que se haga en sintonía también con lo que se está haciendo en la Iglesia en España y con lo que nos propone el Papa Francisco. Veo que se hace un esfuerzo, y que hay deseo y ganas de trabajar e ir caminando en línea con lo que nos va marcando la Iglesia, para llevar a cabo una conversión pastoral, que es por donde tiene que empezar todo, y también una conversión pastoral, que vaya renovando nuestras estructuras para poder evangelizar en el mundo actual y estar en diálogo con lo que la sociedad y el mundo nos está pidiendo».
El ritmo de trabajo transcurrió entre las ponencias sobre los cuatro itinerarios, y los grupos de trabajo organizados por las Comisiones de las Delegaciones episcopales, junto con Arciprestes y Vicarios. Las propuestas para realizar de cara al curso que viene fueron tantas, que se decidió organizarlas a más largo plazo, estableciendo finalmente la temporalidad en una próxima reunión que tendrá lugar en septiembre, por Comisiones, para concretar los proyectos y ponerles fechas.