Este jueves tenía lugar en el Seminario Metropolitano un encuentro ordinario de Obispos, Vicarios Generales y Vicarios de Pastoral de la Provincia Eclesiástica, que comprende las diócesis de Oviedo, León, Santander y Astorga.
La jornada comenzó con una oración conjunta, y a lo largo de la mañana se desarrollaron diferentes reuniones, primero entre los obispos, analizando la reciente visita Ad Limina a Roma, aportando las impresiones del evento, y donde tuvieron la ocasión de encontrarse con el Santo Padre, visitando las tumbas de los Apóstoles en las Basílicas romanas, así como los diferentes dicasterios vaticanos. Toda una “experiencia de Iglesia universal donde cada uno desde nuestras propias diócesis pudimos escuchar lo que el Santo Padre pudo decirnos para nuestro provecho y el acompañamiento de nuestras Iglesias particulares”, ha señalado al respecto el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz.
También se abordó el proyecto de la creación de una misión interdiocesana de la Provincia Eclesiástica, y se repasaron las diferentes áreas pastorales que cada obispo acompaña: Catequesis; Clero; Seminarios; Pastoral Vocacional; Liturgia; Laicos y Familia; Pastoral de la Salud; Vida Consagrada; Cáritas, Acción Social, Enseñanza, etc. “Cada uno de los Obispos al frente de estas cuatro diócesis –afirmó Mons. Sanz– tratamos de acompañar también estas áreas que tienen en común precisamente por la proximidad geográfica y la identificación social y cultural de nuestras diócesis, y que queremos que sigan las pautas que se nos marcan por parte de la Iglesia”.
A continuación tuvo lugar el encuentro entre obispos y vicarios, donde “abordamos la situación en donde la Iglesia española, y por tanto también nuestras cuatro diócesis –ha descrito nuestro Arzobispo– tienen que habérsela con la situación cultural, política y también sociológica de nuestro momento actual, donde la Iglesia parece estar desplazada en una insignificancia e invisibilidad como quien quiere censurar nuestra palabra y nuestra presencia. Fue muy rico el diálogo y el debate, en donde hemos podido analizar obispos y vicarios cuál es el reto que tenemos delante, y también cuál debería ser, no sólo el juicio que hacemos sobre el momento, sino cómo podemos acompañar y fortalecer a nuestros sacerdotes y comunidades cristianas, así como a todos los sectores pastorales que también pueden recibir negativamente esta especie de acoso y derribo que percibimos en la sociedad”. “El punto positivo –añadió Mons. Sanz– es que notamos que, más allá de estas escenografías, el Pueblo de Dios vive serena y sanamente su fe y agradecen que podamos acompañarles”.
Finalmente, se fijó para el mes de junio un encuentro de familias de las cuatro diócesis que componen la Provincia Eclesiástica, en Covadonga, con motivo del Año de la Familia Amoris Laetitia.
