«Un encuentro con Jesucristo eucaristía»

Publicado el 09/05/2019
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«Un encuentro con Jesucristo eucaristía»

Entrevista a Benito Gallego, Deán de la Catedral y Marta Riol, Responsable de la exposición en Oviedo

¿Qué se encuentra el visitante que llega hasta esta exposición?

Marta Riol: El visitante se va a encontrar una serie de paneles donde se explican los milagros eucarísticos aprobados y reconocidos por la Iglesia en el mundo. Esta es una exposición internacional que ha recorrido los cinco continentes y la diseñó y creó el Venerable Carlo Acuttis, un muchacho que murió a los 15 años de una leucemia fulminante ofreciendo sus sufrimientos por el Papa y por la Iglesia. Es venerable porque se le ha reconocido las virtudes heroicas en un proceso de beatificación.

No es habitual ver una exposición en la Catedral. ¿Por qué este emplazamiento?

Benito Gallego: Ciertamente podía haber estado en otros templos, u otros lugares. Pero Marta pidió esa localización de la exposición porque le daba también aire. El cabildo ha aceptado con gusto porque ahora mismo dispone de dos capillas que están liberadas de toda otra actividad, que es la capilla de Santa Eulalia y la Capilla de los Vigiles, hasta que empiecen las obras próximas. Estamos muy contentos de tenerla durante este mes de mayo.

Los visitantes pueden contemplarla de manera gratuita ¿verdad?

B.G. Sí. Cuando lleguen a la entrada única que tiene la Catedral, pueden explicar que van a la exposición, y no tienen que pagar entrada. Si van a visitar la Catedral pueden ver la exposición al final.

La exposición como decías, Marta, fue diseñada por Carlo Acuttis. ¿Quién fue este chico?

M.R. Era un niño increíble en el que se puede apreciar la obra del Espíritu Santo. Nació en una familia no religiosa: su madre habría ido a misa tres veces en toda su vida. Cuando este niño hizo la comunión a los siete años, sintió tanto amor a Cristo eucaristía, que iba todos los días a misa y hacía también un rato de adoración ante el Santísimo. También rezaba a diario el Rosario porque consideraba que la Virgen era su confidente. Este niño además era catequista, y como buen catequista intentaba descubrir nuevos medios para transmitir la fe a los demás. Él había descubierto el don tan inmenso que es la eucaristía, donde está Jesucristo presente en su cuerpo, sangre, alma y divinidad, y lo quería llevar al mundo. Se extrañaba de que había filas y filas de gente para ver partidos de fútbol y mientras tanto los sagrarios estaban solos, no había nadie adorando al Señor. Él, que dominaba la informática, creó páginas web e involucró a su familia para realizar todos los estudios de los milagros eucarísticos aprobados por la Iglesia y fue a los lugares acompañado de sus padres para realizar estas labores. Y ahí creó esa exposición internacional que ya ha recorrido los cinco continentes: ha estado en 10.000 parroquias de todo el mundo, en 100 universidades de Estados Unidos, en Basílicas como Lourdes, Fátima o Guadalupe; ha sido solicitada por Conferencias Episcopales como la de Argentina, Filipinas o Vietnam; estuvo en la Catedral de Toledo el año pasado y este año tenemos la gracia de tenerla aquí, en Oviedo.

¿Qué es exactamente un milagro eucaristíco?

B.G. La eucaristía es un misterio de fe, nuestros sentidos no perciben nada distinto antes o después de la consagración de la misa, que es cuando creemos que se produce la transustanciación o cambio de sustancia del pan al cuerpo del Señor y del vino a la sangre del Señor. Por circunstancias que a nosotros se nos escapan –el motivo último lo tiene el Señor–, hay veces que se hace sensible esa realidad de la presencia del Señor en la eucaristía. Y lo hace en momentos muy puntuales como puede ser la duda del sacerdote en ese momento, o por una circunstancia especial etc. y entonces se produce algo que ordinariamente no sucede: el Señor se hace visible sensiblemente, bien su sangre, bien su cuerpo. La Iglesia eso lo estudia y puede dar el placet o no. En cualquier caso tenemos una serie de milagros recogidos que la Iglesia ya ha aprobado. Lo que trata Carlos Acuttis es justamente de, a través de eso, hablar de la eucaristía, que para él era la “autopista al cielo”. A mí me trae a la idea eso que decía Jesús: “Te doy gracias Señor porque les has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has descubierto a los sencillos y pequeños”; ahí me sitúo.

¿Se sabe la cifra exacta de esos milagros reconocidos por la Iglesia?

M.R. En la exposición se recogen 136. Este chico murió en octubre de 2006. Posteriormente se produjeron más milagros y uno de ellos, el de Tistla, en México, se reconoció el 12 de octubre de 2013.

En el fondo, esta no es una exposición artística al uso, tiene un objetivo muy concreto ¿verdad?

M.R. Efectivamente, y es llevar a las personas a un encuentro con el amor de Jesucristo en la eucaristía, ya que nos está esperando allí y muchas veces no somos conscientes del misterio tan profundo que es la eucaristía, donde está Jesucristo y donde se entrega por nosotros. Esa es la misión de esta exposición: que la gente pueda tener un encuentro con Jesucristo eucaristía. Por eso también los viernes se hará a las 18 h una hora santa, para facilitar de todas las maneras posibles  este encuentro de las personas con Jesús.

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