Domingo de Resurrección: «No hay mejor Buena Noticia que se pueda pensar, se pueda desear, se pueda merecer»

Publicado el 01/04/2024
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
Domingo de Resurrección: «No hay mejor Buena Noticia que se pueda pensar, se pueda desear, se pueda merecer»

«No hay mejor Buena Noticia que se pueda pensar, se pueda desear, se pueda merecer, más que esta que representa el regalo mayor que Dios concedió a nuestra atribulada humanidad. Por eso el anuncio del hecho, la proclamación de tan Buena Noticia, con mayúsculas, será siempre una saludable provocación». Así se refería a la Pascua de Resurrección el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en su homilía este domingo en la Catedral. «Todo salta por los aires –afirmó– con la Pascua cristiana al devolvernos la luz, la paz, la gracia, la bondad, llenando de verdad y de belleza cada momento y cada cosa». Si bien esto «no quiere decir que todo el mundo esté en esta órbita», afirmó, o «que los destinos de los pueblos se abran a tamaño regalo y ajusten así sus políticas injustas y erráticas, se arrepientan de sus mentiras como manera de gobernanza, de sus corrupciones tan despóticamente maquilladas, de sus manejos torticeros con impunidades legales con las que galvanizan sus vergüenzas, ni que acallen los tambores de guerras y violencias». «Lamentablemente –dijo–, «esto se sigue dando como torpe estribillo de una resulta: que hacer un mundo sin Dios es hacerlo contra el hombre (H. de Lubac). Pero la palabra última se la ha reservado el Señor resucitado, que nos susurra con música y letra lo que nos sugería el profeta. Y, Jesús Resucitado nos dice: he cambiado tu luto en fiesta, tu sayal en traje de domingo, en tu cojera te sacaré a bailar y saltarás conmigo, tus abatimientos se convertirán en cánticos con estrofas gozosas que no terminan jamás en la fiesta de la verdadera pascua».

También tuvo Mons. Sanz unas palabras especiales para las cofradías de Oviedo presentes todas ellas con sus hermanos mayores en la Catedral: «La vida sigue con su procesión cotidiana. Y es lo que en esta mañana expresan nuestras hermandades y cofradías concelebrando con nosotros sus andanzas semanasanteras de estos días, con sus atuendos cofrades, pero a rostro descubierto, compartiendo la única procesión en la que todos somos una sola cosa como pueblo de Dios: seguir a Cristo Resucitado por las calles en las que le hemos seguido en su dolor y en su llanto». «Ahora toca hacerlo con el gozo fraternizado de sabernos cada uno con su guisa y su encanto, miembros de la cofradía más bella que a todos nos aguarda: la de la pascua. Es lo que de corazón os deseo a todos vosotros amigos y hermanos –dijo refiriéndose a todos los presentes–, que tengáis una feliz pascua».

Con el acompañamiento musical de la Schola Cantorum de la Catedral dirigida por el canónigo Sergio Martínez Mendaro, una constante a lo largo de la celebración de toda la Semana Santa, el domingo se ponía broche final a este tiempo litúrgico y se daba paso a los cincuenta días de la Pascua. Han sido unas jornadas de recogimiento y de vivencia de la fe en la calle, si bien no todo lo que hubiera sido deseado, con la presencia casi incesante de las lluvias. Unas lluvias que ayer sí estuvieron ausentes la mayor parte del día y permitieron que se llevase a cabo la procesión del Resucitado, que tenía de especial ser la primera de la recién estrenada Hermandad del Resucitado, con sede canónica en la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga del barrio de Teatinos. Su imagen del Resucitado recientemente bendecida por el Arzobispo en su parroquia recorrió las calles del centro de la ciudad, haciendo una parada especial en la Plaza de la Catedral, donde un coro compuesto por diferentes agrupaciones de la diócesis entonó el tradicional «Resucitó» y «Benedicat Vobis» de Händel.

Para mejorar el servicio, utilizamos cookies propias y de terceros. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies.

Más información sobre cookies