Este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, una jornada que en esta ocasión lleva por lema “Compartir desde el corazón” con el propósito de tener presente que desde la parroquia, asociación o movimiento diocesano en los que se participe formamos parte de nuestra Iglesia y le damos vida con nuestra participación, presencia y apoyo.
Son muchas las iniciativas que desde la diócesis se llevan a cabo durante todo el año, y que se extienden a toda la sociedad, que abarca tanto las actividades pastorales, el pasado año se celebraron más de 2.500 bautismos, 727 confirmaciones, casi 3.000 primeras comuniones y cerca de 683 matrimonios; como las culturales y de conservación del patrimonio que se custodia para mostrarlo y compartirlo, hasta asistencia a las necesidades sociales que en el contexto actual son cada vez mayores. Una labor que se lleva a cabo desde las parroquias, congregaciones religiosas, delegaciones diocesanas de cultura y comunicación; transmisión de la fe, en las que se incluye las de enseñanza o catequesis que a tantos niños y jóvenes forman en la fe y desde hace años con un Catecumenado de Adultos muy vivo; comunión eclesial; caridad y servicio, con delegaciones centradas en los enfermos, la pastoral penitenciaria o Manos Unidas con sus proyectos de cooperación al desarrollo. Una tarea en la que párrocos, religiosos y voluntarios se entregan durante todo el año.
En este sentido, se cuenta con centros destinados a los ancianos o personas con discapacidad, al cuidado de la defensa de la vida y la familia, entre las que destacan las que dan alternativas reales a quienes durante su embarazo o posteriormente necesitan este tipo de apoyo; centros destinados también a la promoción de la mujer; los que se ocupan de los jóvenes o los inmigrantes y refugiados, como se ha podido ver recientemente con los provocados por la guerra de Ucrania; sin olvidar los que están centrados en mitigar la pobreza, desde comedores sociales a albergues de acogida; y quienes colaboran con la promoción del trabajo facilitando la formación y la posibilidad de inserción en el mercado laboral de aquellos que tienen más dificultades. Una labor, que el pasado año ayudó a más de 17.000 desde 190 centros en la diócesis, y que que hace lo posible por cubrir las diferentes problemáticas a las que puede enfrentarse cualquier persona en situación de vulnerabilidad y fortalecer el acompañamiento y que no sería posible sin el apoyo de quienes creen en ella.
Se puede colaborar directamente en la parroquia, a través de bizum 02703, o en la web www.donoamiiglesia.com
