Cuatro nuevos jóvenes ingresan en el Seminario este curso

Publicado el 13/10/2023
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
Cuatro nuevos jóvenes ingresan en el Seminario este curso

La festividad de la Virgen de Covadonga, el 8 de septiembre, marca el comienzo de curso en el Seminario, como sucede en muchos otros sitios de nuestra diócesis. En el Santuario de Covadonga se congregan todos los seminaristas en torno a esas fechas, tanto los de cursos más avanzados, como los de primer año. Es el primer acto oficial en el que empiezan a convivir en comunidad, y será el primero de muchos a lo largo de los próximos meses.

Así ha sucedido este año, tal y como ha explicado el Rector del Seminario, d. Sergio Martínez Mendaro, que señala que, después de la Santina, los seminaristas comenzaron su particular curso con una tanda de Ejercicios Espirituales «para empezar centrados», y a continuación, el acto de inauguración del Curso Académico en el Seminario Metropolitano, presidido por el Arzobispo, Mons. Jesús Sanz, que en esta ocasión tuvo lugar el pasado 25 de septiembre, fue ya el acontecimiento que marcó el inicio de las clases.

Al igual que ya sucediera el curso pasado, este año continúa la experiencia de integrar en la comunidad del Seminario Metropolitano a los seminaristas de Santander. Si el año pasado ingresaron dos, este año han sido otros dos los procedentes de la diócesis vecina que han comenzado el curso en Oviedo, que sumados a los dos nuevos jóvenes asturianos que han ingresado, constituyen una comunidad de 15 seminaristas en total los que actualmente se encuentran formándose y viviendo en el antiguo colegio de La Asunción, anexo al edificio del Seminario.

El Rector del Seminario, con los cuatro nuevos seminaristas que han ingresado este año

Es el caso de Alvar Arroyo, de 22 años, que ha comenzado a cursar el primer año. Tras apenas un mes de estancia en el Metropolitano, reconoce que, una vez que fue consciente de su vocación al sacerdocio, interrumpió sus estudios de Administración y Dirección de Empresas para dar este salto y discernir la voluntad de Dios en el Seminario. Reconoce estar muy a gusto entre sus compañeros y en estas primeras semanas de clases. Un año que además tiene como particularidad estar «inaugurando el propedéutico, tal y como señala la nueva ratio de Roma», explica el Rector. «Los años de estudio son los mismos –explica–, es decir, seis años, pero ahora la carrera son cinco, más un año previo más centrado en el discernimiento vocacional». Para Alvar es una novedad muy interesante, puesto que «se empieza desde cero y se analizan algunos puntos que tenemos que ordenar en nuestra vida antes de comenzar con una formación más intensa, tanto espiritual como humanamente».

Entre otras novedades, también está el cambio de Vicerrector. D. Juan Ignacio García sustituye a d. Jesús Moreno, que había ostentado esta responsabilidad hasta el momento, así como el cambio de la Pastoral Vocacional, que hasta el momento dirigía el propio Rector, y que ahora tiene como Delegado episcopal al sacerdote d. Luis José Fernández Candanedo, «aunque los seminaristas estarán muy presentes acompañando los proyectos de la Pastoral Vocacional y a aquellos que puedan sentirse llamados al sacerdocio», explica el Rector. «Junto a ello, tenemos que ir construyendo comunidad –explica Martínez Mendaro– que la verdad que ahí tenemos mucho avanzado porque es un grupo bastante compacto y eso ayuda mucho».

Finalmente, el año pasado se inició la actividad del Seminario Menor en Familia, una iniciativa que partió de la diócesis de Santander, a la que  el Seminario de Oviedo quiso unirse. «Ya ha habido algún chaval de Asturias que ha participado en las actividad que se llevan a cabo una vez al mes, bien en Santander, bien en Asturias. Son chicos que aún no han terminado Bachiller o incluso la ESO, y que se están planteando la vocación al sacerdocio –explica d. Sergio Martínez Mendaro–. Con esta iniciativa nosotros podemos acompañarles para que luego ellos elijan en libertad y disciernan si ese es el camino que Dios quiere para ellos. Es una actividad muy bonita, trabajar con chavales, en la que se implican también los seminaristas acompañando a los más pequeños. La convivencia que tuvimos este verano fue un momento para divertirnos, de pasarlo bien y reírnos mucho porque ya se sabe cómo es la espontaneidad de los más pequeños, pero también fue un momento importante de encuentro con Dios, de ver también cómo Él trabaja en ellos y cómo se van cuestionando la vida e intentan responder de una manera muy responsable. De hecho, a veces son todo un ejemplo para nosotros».

Para mejorar el servicio, utilizamos cookies propias y de terceros. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies.

Más información sobre cookies