La Iglesia celebra mañana, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, la Jornada Mundial del Enfermo con el lema “Déjate cuidar por su rostro desgastado” que pretende conceder especial atención al cuidado de los mayores. La Conferencia Episcopal ha elaborado con ese motivo materiales de formación (que pueden consultarse en su página web) destinados a ayudar a quienes colaboran en las pastorales de salud, acompañando y visitando a los mayores. En esta jornada, hemos querido acercarnos a la Delegación Episcopal de la Pastoral de la Salud de la mano de su delegado, el sacerdote Luis Ricardo Fernández. Por otro lado, la Hospitalidad de Lourdes quiere acercarse aún más a las parroquias y por ello celebrará, mañana a las 12.30 horas, una misa en San Martín de Turón que presidirá el Arzobispo
¿Cómo nace la delegación en la diócesis?
Es antigua, hay que remontarse a 1972 cuando se nombra al primer director del secretariado de pastoral sanitaria. En su andadura se van recogiendo las directrices de la Conferencia Episcopal y todos los delegados que ha tenido a lo largo de los años fueron intentado dar vida a la delegación.
¿Cómo se organiza en las parroquias?
Hay un conjunto importante de parroquias, al menos 25 y sobre todo urbanas, en las que está constituido un grupo de personas de pastoral de la salud. La pandemia hizo que se debilitasen porque se encontraban con menos campo de actuación a la hora de visitar enfermos en sus casas y sobre todo en residencias de mayores y hospitales, algo que actualmente sigue estando muy restringido.
En la diocésis encontramos una Hospitalidad de Lourdes con mucha vitalidad.
La Hospitalidad cumple ya los treinta años de presencia en Asturias y desde que se fundó cada año se ha organizado la peregrinación al santuario de Lourdes. Normalmente se hace en el mes de mayo durante cinco días. Peregrinan voluntarios, enfermos y otras personas que quieren conocer esa realidad porque todo el mundo dice que no es lo mismo ir a Lourdes en peregrinación que ir de turismo. Cuando lo hacen como peregrinos quedan impresionados por todos los actos que allí se celebran y las actividades que se organizan.
En nuestra diócesis en el año 2020 se suspendió la actividad por la situación sanitaria, pero el pasado se reinició con un número abundante de enfermos y peregrinos. Aun cuando acudimos con muchas preocupaciones y miedos.
Son sin duda ejemplo del “cuidado y compasión” que ha resaltado el Papa en su carta para esta jornada.
Por supuesto que sí, el Papa Francisco siempre nos anima mucho a estar muy pendiente de los descartados y quiénes más descartados que los enfermos y los mayores. Son palabras de ánimo y la carta de este año es preciosa para los que estamos más en contacto con ellos en residencias de mayores, hospitales e incluso en sus casas.
¿Cómo puede ayudarnos la fe ante la enfermedad propia o de alguien cercano?
La fe es un elemento primordial a la hora de sobrellevar las dificultades; no solo en el caso de la enfermedad, sino en cualquier ámbito de la vida. Cuando ves a la gente con esa fe, con esa confianza en el Señor y en la Santísima Virgen María, ves que afrontan esas dificultades de otra manera, seguramente con más tranquilidad y más capacidad de encajar la dificultad. No hace mucho tiempo estuve ingresado en el hospital y fui consciente de que la fe y la compañía de los capellanes que iban todos los días a llevarme la comunión y a verme ayuda grandemente a que el tiempo discurra de otra manera, con una actitud de pobreza personal, pero también de la riqueza que te da el seguimiento de Jesús.