«En el Catecumenado de Adultos hemos aprendido que esta es una fe viva y alegre»

Publicado el 19/04/2024
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«En el Catecumenado de Adultos hemos aprendido que esta es una fe viva y alegre»

El matrimonio formado por Miguel Vázquez y Mari Paz García del Real, de la parroquia de San Félix de Hevia, está participando este año en el Catecumenado de Adultos. Su historia tiene algunos detalles que merece la pena conocer.

Miguel, llegaste al Catecumenado de Adultos gracias a la confirmación de unos de tus hijos. ¿Cómo sucedió?

Mi hija Beatriz no se había confirmado, mis otros dos hijos sí, y casualidades de la vida en mi parroquia comenzó a asistir como diácono Steven, ahora ya sacerdote, que pegó un vuelco no solo a mi hija, sino a toda la familia. Un día le invito a casa a conocer a mis hijos y sale en la conversación que Beatriz no estaba confirmada y él le dice que hay un catecumenado de adultos en la parroquia de Tiñana y le plantea la posibilidad de recibir el sacramento y ella le dice que sí. Beatriz hace la confirmación en mayo del año pasado y entre abrazos yo le comento a Steven que creo que no estoy confirmado, que siempre he estado cerca de la Iglesia, pero no tuve la oportunidad. Entonces él me dice que hay fácil solución y que me apunte al catecumenado también. Y así es como llegué.

En tu caso Mari Paz, aunque también asistes al catecumenado, ya estás confirmada. ¿Cuándo comienzas a tener esta inquietud por formarte más?

Siempre he sido un católico de ir a misa cuando tocaba, pero sin profundizar demasiado, incluso siendo adolescente me alejé bastante de la Iglesia. Sí que hemos llevado a nuestros hijos a colegios religiosos y siempre he estado muy atenta de sus actividades y retiros. Sentía que eso me faltaba a mí. A través de Steven, y de nuestros hijos que hicieron el retiro de Effettá, conocimos Emaús. Miguel también lo hizo y cuando llegó el turno del retiro del de las mujeres, me apunté. Salí del retiro convertida en otra persona, súperfeliz y dándome cuenta de que Jesús nos ama. A raíz de esto empiezo a estar en la comunidad que nos reunimos todos los miércoles en el Berrón y me doy cuenta de que soy una ignorante, que no sé nada. Miguel me comentó que podía acudir al catecismo con él y no me lo pensé dos veces y me apunté. Es otro grupo con el que pasamos un rato muy agradable, aprendemos muchas cosas y preguntamos mucho.

¿Qué habéis descubierto en la catequesis?

Miguel: Muchas veces tenemos dudas de lo más sencillo o de ritos, de la misma celebración de la eucaristía. Luego profundizamos en lo importante que es conocer que esta es una fe viva, alegre que se fundamenta en la figura de Jesucristo: en su palabra y en su obra, y él es el ejemplo en el que tenemos que vernos reflejados. Por otro lado, en el rezo del rosario o la adoración no sabía ver el sentido que tienen, y ahora lo entiendo y lo vivo. El rosario por ejemplo, que a veces puede parecer repetitivo, está fundamentado en una adoración a la Virgen que es nuestra intercesora ante Dios. Es la forma de hacer nuestras peticiones e inquietudes, de trasladárselas al Señor.

Mari Paz: Ahora la eucaristía tiene otro sentido. No estás viendo solamente ahora levanta la copa, levanta la forma, sino que dices ahí llega Dios. Lo vivo de otra manera, es emocionante incluso. Yo es que el Santísimo no lo conocía. Recuero haber visto  una procesión en Andalucía en la que se exponía el Santísimo y no conocer el sentido. Nadie me lo había explicado. La formación, Emaús, me lo ha dado todo. A nuestros hijos les habíamos llevado por el camino correcto, pero yo iba en paralelo, sin estar dentro de la Iglesia.

¿Qué os aporta las comunidades que ahora tenéis?

Que la fe no se puede vivir solo, no puede ser una cosa individual, sino que hay que compartirla y vivirla en comunidad. Entender a quien tienes al lado, empatizar con él y ayudarle. Vivir la fe en comunidad te hace ver que no estás solo que hay otras muchas personas que tienen esa misma fe. Y cuando estás con ellos en la adoración al Santísimo, en una misa, te das cuenta de que lo importante es la comunidad. No tenemos que ser egoístas, sino todo lo contrario y darnos a los demás.

 

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