“¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege” es el lema de la Campaña Personas Sin Hogar 2021, que se celebrará este domingo. Con ella, Cáritas quiere remarcar que los sistemas de cuidado y protección actuales no están siendo ni los suficientes, ni los adecuados para proteger a las personas más vulnerables”.
La situación de las personas sin hogar siempre fue preocupante, sin embargo, desde Cáritas observan que una vez pasados los peores momentos de la pandemia, “lejos de mejorar mínimamente, lo que ha hecho es recrudecerse”, reconocen. Lo afirma Zoraida Sienra, responsable del programa Sin Hogar, de Cáritas Asturias, que además amplía el concepto de Sin Hogar, incluyendo, no sólo a las personas que literalmente viven en la calle, sino también a las personas o familias que “a pesar de estar bajo techo, malviven en viviendas insalubres, inadecuadas, o que no pueden garantizar un mínimo de supervivencia o desarrollo integral”. Sumando ambas circunstancias, la cifra de personas sin hogar se dispararía llamativamente, puesto que desde Cáritas han constatado que este último perfil se ha acrecentado en los últimos años, fruto de las diferentes crisis sobrevenidas.
Cáritas cuenta en Asturias con seis proyectos para atender a las personas sin hogar, en diferentes circunstancias y con diferentes necesidades. En total, en el último año Cáritas ha acompañado a 823 personas en estos proyectos, de los cuales el 78% eran hombres y el 22%, mujeres. De todos ellos, el 43% no recibe ningún tipo de ingreso.
Estos dispositivos creados para atender a la población en situación de exclusión o vulnerabilidad son, en primer lugar, la Red de Hogares, compuesto por pisos orientados a la inserción, y situados en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea. “Cáritas considera que disponer de un hogar es fundamental para el desarrollo del ser humano en muchas facetas”, reconoce Zoraida Sienra, por lo que estos pisos ayudan a que las personas “puedan desarrollarse de manera autónoma e independiente”.
Además, Cáritas gestiona dispositivos de “acceso directo” para la gente que está en la calle, como el centro “Cano Mata”, y el Centro de día, ambos en Oviedo, así como un dispositivo orientado a las personas con adicciones, como es el CEA, también en Oviedo. En la misma línea se encuentra el Centro Terapéutico La Santina, en Gijón, “que trabaja de manera muy intensa la deshabituación del alcohol, y donde se incide especialmente en la mujer, un sector que se acrecienta en esta problemática”, señala la responsable del programa Sin Hogar de Cáritas Asturias. Y es que a pesar de que son hombres la gran mayoría de las personas sin hogar, el aumento de los casos en mujeres ha alarmado en los últimos tiempos a la institución, que reconoce que “cuando la mujer tiene un perfil determinado, no dispone de acceso a ningún dispositivo de ayuda. Por ejemplo, si es víctima de violencia de género, pero a la vez, es consumidora, tiene una adicción, automáticamente no puede acceder a ninguna ayuda para mujeres maltratadas –explica Zoraida Sienra. Eso da como resultado que estas mujeres estén en la calle, cuando ya de por sí llevan encima la losa del matrato”.
Finalmente, en Avilés se encuentra la Casa de Acogida Luz Rodríguez Casanova, “para medias estancias, donde trabajamos y profundizamos a través de diferentes áreas la autonomía e independencia de las personas”, señala Sienra.
Por todo ello, esta campaña se enfrenta al reto de lanzar un mensaje centrado “en la desprotección que viven las personas sin hogar, en un panorama muy frágil y deteriorado a nivel social”. Uno de los objetivos que se han marcado desde Cáritas es acercar la realidad que viven las personas sin hogar a la sociedad, para contribuir a un cambio de mirada y así iniciar un camino hacia la transformación.
Por otro lado, se solicita a las administraciones la creación de políticas de protección social plenas e inclusivas, que pongan a la persona en el centro.
Para visibilizar de una manera creativa y diferente esta realidad, el pasado lunes, un grupo de cuarenta personas, compuesto por trabajadores, voluntarios, sacerdotes y residentes de los centros del programa de personas sin hogar, se reunió en el Laberinto de Llanes para realizar una actividad que visibilizara lo que se denuncia en la campaña. Como resultado de la misma se ha grabado un vídeo, con el cual “provocar una reflexión personal acerca de la realidad social que nos rodea”.
