“Esta Navidad cada portal importa” el lema de la campaña de Navidad de Cáritas, en la que anima a la donación económica para poder seguir con la labor que llevan a cabo durante todo el año.
“Hace más de 2000 años, en el portal de Belén nació Jesús. Afortunadamente, con la ayuda de quienes les visitaron, José, María y Jesús pudieron salir adelante. Hoy esa historia se repite, cerca de nosotros, en nuestro mismo bloque de edificios, en nuestro mismo portal o quizá, a la vuelta de la esquina. Porque hay tantas vidas como portales. Y en muchos de ellos se necesita ayuda urgentemente”. Con estas palabras explican el lema elegido para la campaña, que pone el acento en la cercanía de tantas situaciones vulnerables en nuestras calles y ciudades.
Y es que la pandemia, tal y como recuerda Cáritas, ha hecho más profunda la brecha social, al agravarse la precariedad económica de las familias y las personas que ya en la crisis de 2008 tenían una situación vital que les hacía más frágiles.
En este año 1761 hogares atendidos por Cáritas, no cuentan con ningún ingreso; 884 hogares cobran el salario básico y 512, por ejemplo, tenían a algún miembro trabajando, pero no contaban con medios suficientes para poder salir adelante, por lo que tuvieron que acudir a los servicios de acogida de Cáritas.
Para Ramón Méndez Navia, Secretario General de Cáritas Asturias, el día a día de estas familias transcurre sin poder poner solución a las necesidades que se van presentando: “hay que estar con ellas para ver que una manilla que se rompe, no se pone; una casa que está fría, se queda fría; si no puedes comprar pintura para pintar la casa con desconchones, se queda así, si los niños tienen los zapatos rotos, pues no se pueden comprar otros”.
Ante estas situaciones, Cáritas trabaja durante todo el año en el acompañamiento a las personas que atiende con el objetivo de conocerles y descubrir la mejor manera de ayudarles a normalizar su situación. Por eso es importante “hablar mucho con la gente, escucharles, aproximarnos a sus realidades, para que estos portales de los que habla la campaña de Navidad de este año, sean conocidos, sepamos quién vive allí, y ellos sepan quiénes somos nosotros y exista una relación entre ambos”, destaca el Secretario General de Cáritas Asturias.
Los motivos por los que las personas y las familias acuden habitualmente a Cáritas son el desempleo y el trabajo precario; la insuficiente protección social –como la dificultad de acceder a rentas vitales como el Ingreso Mínimo Vital–, o también diferentes situaciones de fragilidad humana –crisis personales, enfermedades, situaciones familiares complicadas–. Pero de todas ellas, una especialmente compleja es la dificultad para mantenerse en una vivienda propia, y de disfrutarla en condiciones de habitabilidad adecuadas, así como la imposibilidad de pagar servicios y suministros, hacer frente al pago de la renta y la amenaza del deshaucio. “Nosotros consideramos que el problema de la vivienda es un eje fundamental en el trabajo con las personas”, reconoce Ramón Méndez Navia. “Las personas tienen que estar en un sitio y desde ahí construir su vida personal –explica–. Un espacio propio en el que tienen sus cosas, mantienen una relación con sus seres queridos y con el entorno. Hemos trabajado mucho para posibilitar el acceso a la vivienda normalizada. Porque no es una situación normal vivir muchas personas juntas en habitaciones compartidas, por ejemplo, ya que las personas necesitamos privacidad. Eso es algo que reclaman habitualmente las personas que están en la calle, ya que es algo que pierdes. Te ves obligado a acudir a comedores, acudir a residencias colectivas, y hacer cosas que en otras circunstancias no harías”.
Por todos estos motivos, desde Cáritas Asturias recuerdan que acompañar y ayudar a las familias que acuden a Cáritas es la tarea diaria de tantas personas voluntarias, donantes y trabajadoras, y la Navidad no es una excepción. “Bien es verdad que, durante el periodo navideño, muchas personas, instituciones y comercios se preocupan por los más vulnerables, y se acercan a Cáritas para ayudar. Es un motivo de esperanza”, afirman desde la institución. Por eso animan a que las ayudas sean económicas, y no en especie, por la dignidad de la persona, por favorecer su autonomía y por normalizar su situación, accediendo a los bienes y servicios como cualquier ciudadano.
Además, “los procesos de desinstitucionalización, es decir, de procurar que las personas tengan acceso a una vivienda normalizada, por ejemplo, se estiman en un promedio de dos años. Y después ha de haber una continuidad”, explica Ramón Méndez Navia. “Las personas que intentan recuperar su vida y su normalidad, tienen por delante un largo camino, y una ayuda puntual no garantiza nada, sino que hay que plantearse estrategias a medio o largo plazo. Por eso, creo que tenemos que cambiar la mentalidad. Entender que la caridad es algo que integrar en nuestro vivir cotidiano, en nuestro día a día”, explica el Secretario General de Cáritas.
De ahí que la institución anime a hacerse socio, una “figura importantísima”, recuerdan, a la que “muchas veces no le damos todo el agradecimiento que debiéramos”, porque el socio tiene un papel fundamental para cambiar el mundo, con su ayuda continua.
En el año 2021 se unieron a Cáritas 381 nuevos donantes y 39 socios, que ayudaron a la promoción de las personas en situación de exclusión a través de la colaboración económica.
